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EDITORIAL

La liquidación del Estatuto, pendiente de ETA

¿Alguien cree posible que el PNV negocie con el PSE la futura liquidación del Estatuto de Guernica, excluyendo del acuerdo a los proetarras que, además, sostienen a Ibarretxe como lehendakari?

Tal y como era previsible, el tripartito vasco podrá seguir gobernando el País Vasco con el apoyo puntual y exigente de los nuevos parlamentarios proetarras. Lo que sigue en el alero es la decisiva y silenciada cuestión del Plan Ibarretxe. El Partido Socialista ya se ha mostrado dispuesto a sumarse a los independentistas vascos para liquidar el actual Estatuto de Guernica, siempre que estos maquillen con otro nombre el plan Ibarretxe. Y eso, por una razón muy simple. El PSE de Patxi López puede hacer el paripé de votar en contra de la investidura de Ibarretxe y ofrecerse como alternativa; lo que no puede es enfrentarse a sus planes soberanistas porque eso obligaría al Gobierno de ZP a cumplir, y hacer cumplir de forma efectiva, la negativa del parlamento español al proyecto de liquidación del Estatuto de Guernica presentado en Cortes por el lehendakari.
 
Esa posición de firmeza en el País Vasco obligaría a ZP a tener que contrariar a los socios catalanes de ETA en los que basa su gobierno y buscar el apoyo del PP. Precisamente, para rehuir esa posición de firmeza ante los secesionistas vascos, nace la necesidad de un “plan Patxi López”, incluido su visto bueno al referéndum estatutario. De ahí también, la necesidad de convencer a los españoles de que el Plan Ibarretxe había “muerto” tras las autonómicas, y eso, por mucho que sus impulsores, en conjunto, hubieran salido fortalecidos de las elecciones.
 
ZP podría disimular la incorporación de su partido al Plan Ibarretxe, asegurando que, lo que hará, en realidad, es lograr que los nacionalistas “renuncien” al mismo y se comprometan con una reforma estatutaria menos “radical” y ambiciosa. ¿Pero cómo convencer a la opinión pública española de que, efectivamente, se trata de una reforma del Estatuto compatible con la nación y la Constitución si los nuevos representantes parlamentarios de ETA no votan en contra de ella?
 
Llegados a este punto, ¿alguien cree posible que el PNV negocie con el PSE la futura liquidación del Estatuto de Guernica excluyendo del acuerdo a los proetarras que, además, sostienen a Ibarretxe como lehendakari? Los socialistas sólo tienen dos opciones: O buscar el apoyo del PP o el apoyo de ETA.
 
Bien es cierto que el PSOE, a través, de El País ya ha ofrecido a los terroristas, junto a lo de “dar salida a los presos”, negociar con sus nuevos representantes parlamentarios la “reforma” del Estatuto. Pero en esa oferta se pedía a cambio que ETA se pusiera ya, y de una vez, en tregua. En esa misma línea, ha ido este miércoles el discurso de Patxi López respecto a la reforma del Estatuto, en ese paripé en el que ha consistido su candidatura alternativa a la de Ibarretxe. Pero el problema para los socialistas sigue siendo que ETA, aún a medio gas, sigue sin declarar la tregua; una tregua tan táctica y temporal para sus objetivos como lo es para el presidente del gobierno del 14-M.

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