Menú
EDITORIAL

Las convicciones de Mayor Oreja no eluden los debates

Perfilándose ya el inicio de la precampaña de las elecciones europeas, que se celebrarán en poco más de un mes, el cabeza de lista del PSOE, Josep Borrell, ha saltado a la palestra para retar al candidato popular, Jaime Mayor Oreja, a celebrar un debate público sobre los principales asuntos que afectan a la posición de España en Bruselas, haciendo especial referencia a la decisión de Zapatero de retirar las tropas españolas de Irak.
 
Aunque el PSOE y casi todos los medios que respaldan esa irresponsable retirada tratan de acomplejar al PP sobre un estado de opinión —que ellos mismos han creado— contraria a la permanencia de nuestras tropas en Irak, nos resulta evidente que la táctica a seguir por parte de los populares debe ser la de tratar de contrarestar y modificar ese irresponsable y manipulado estado de opinión pública que tanto daña a las alianzas con nuestros socios occidentales, como satisface la estrategia de todo el terrorismo islámico.
 
Plegarse silenciosamente al statu quo de la opinión pública que, respecto a Irak, ha forjado el PRISOE, con la impagable ayuda de otros medios enemigos de la secta, no servirá —todo lo contrario— para que los socialistas dejen de recordar —con debates o sin ellos— cuál ha sido la posición del saliente gobierno del PP. Por el contrario, supondría dejar sin réplica una peligrosísima y fatal manipulación que, al mismo tiempo, mantendría en el cajón poderosísimos argumentos para denunciarla y que todavía siguen esperando a que muchos actuales dirigentes populares los utilicen para hacerse mayor eco en los medios.
 
Esa falta de pedagogía política por parte del PP respecto a la batalla que se está librado en Irak contra el terrorismo y el integrismo islámico —sólo rota ayer por un tardío pero espléndido artículo del ex presidente José María Aznar en ABC— lleva al PSOE a crecerse e incluso a utilizarlo como espantapájaros para que los populares no señalen muchos otros errores ya cometidos en la política exterior emprendida por Zapatero.
 
Eludir un debate, pues, no serviría para hacer olvidar la posición del PP respecto a Irak, sino para consolidar y reforzar la impresión de que se ha tratado de un error. Rehusando ese debate, además, los populares se negarían a sí mismos la posibilidad de dar mayor eco a otras acertadas pero no lo suficientemente conocidas críticas que se merece el Gobierno socialista por hacer un acercamiento incondicional a Marruecos, sin exigir a Rabat una renuncia a sus conocidas pretensiones sobre territorio español, por alinearse con Francia tirando por la borda lo alcanzado en Niza, o por la estrepitosa negociación agrícola llevada a cabo hace unos días por el nuevo gobierno socialista.
 
Celebramos, pues, que Mayor Oreja haya decidido no eludir la contrastación de ideas y que haya anunciado en Telemadrid su disposición a celebrar cuantos “debates desee el señor Borrell”. Que se los prepare bien y cuantos más, mejor.

En España

    0
    comentarios