Ya podrá el ministro Montoro asegurar que no existen "agujeros negros" en Hacienda; ya podrá insistir en que "no hay ningún NIF que no sea sometido a procedimientos de inspección de oficio"; ya podrá prometernos que "no existe ninguna capacidad de ninguna persona de permanecer oculta a las inspecciones de la Agencia Tributaria": todas estas aseveraciones del ministro se contradicen con el último comunicado emitido por Hacienda para aclarar los supuestos 13 errores que se cometieron en 2005 y 2006 con la Infanta Cristina por los que se le atribuían la venta de 13 fincas que no había declarado.
Si es cierto que por error se adjudicó la venta de dichos inmuebles a la infanta, ¿cómo es posible que Hacienda no le reclamara en esos años a doña Cristina el pago de impuestos que a dicha operación de compraventa correspondían? ¿Cómo es posible que ese supuesto error haya permanecido oculto tantos años si, tal y como Montoro trata de convencernos, "nadie puede permanecer oculto a las inspecciones de la Agencia Tributaria"?
Por otra parte, si "no hay ningún NIF que no sea sometido a procedimientos de inspección de oficio", tal y como asegura Montoro, ¿cómo es posible que el secretario de Estado de Hacienda y presidente de la Agencia Tributaria, Miguel Ferre, no haya sabido responder este miércoles si se investigó a la Infanta por los 13 "errores aleatorios"? Evidentemente no se nos escapa el hecho de que en aquellas fechas el Gobierno y, por tanto, la Agencia Tributaria estaban en manos socialistas. Sin embargo, ¿cómo es posible que, en su supuesta labor de investigación, los actuales responsables del fisco no hayan pedido una aclaración a sus antecesores?
Por otra parte, ¿cómo es posible que ningún miembro de la cúpula de Hacienda haya salido a desmentir a los empleados de la Agencia Tributaria que, en un comunicado emitido por la Central Sindical Independiente y de los Funcionarios (CSIF), han asegurado que "no tienen autorización" para controlar a determinados contribuyentes, entre ellos la Infanta?
Por mucho que Montoro nos haga creer que tiene motivos para pedir perdón a la Infanta, todo parece indicar que es mucho más lo que doña Cristina debe agradecer a Hacienda. Y con ello no nos referimos únicamente a esos errores que a la Infanta en nada le han perjudicado, mientras que a otro ciudadano le hubieran supuesto un auténtico calvario. Nos referimos fundamentalmente a aquella "falta de cooperación" que Hacienda estaba brindando al juez Castro al negarse a entregar los informes "independientes" que este le pedía, de cara a imputar o no a doña Cristina por "fraude fiscal" en el caso Noos. Así lo denunció el presidente de los Técnicos de Hacienda (Gestha) y así lo comentamos, días antes de que el asunto de los DNI viniera a eclipsar este más decisivo, pero lamentablemente olvidado, trato de favor hacia la hija del Rey.