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EDITORIAL

Menguante libertad y prosperidad económica

Poco tiempo ha tardado Zapatero en incumplir aquel compromiso adquirido ante los microfonos de la Cope de dotar a España de mayor libertad económica

A las pocas semanas de su llegada al gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió, ante los micrófonos de la COPE, a dotar a España de “mayor libertad económica”. Pocos días tardó su gobierno, sin embargo, en anunciarnos, a través del ministro Montilla, su propósito de restringir la ya de por sí menguada libertad de horarios comerciales, en una decisión que, por puntual, no deja de ser influyente ni de ir, sobretodo, en la dirección opuesta al compromiso adquirido por el nuevo presidente de gobierno.
 
Desde entonces, y a pesar del discurso, aparentemente sensato y liberalizador del ministro de economía, este gobierno ha hecho pública una serie de medidas con la que corre el peligro de deslizarse por una pendiente que reduce esa libertad económica, que no deja de ser un aspecto más de esa libertad de la acción humana en la que se basa la prosperidad de las naciones.
 
Aunque España sigue siendo uno de los países que gozan de mayor libertad económica del mundo, organismos tan prestigiosos como The Wall Street Journal y The Heritage Foundation acaban de constatar, en su célebre informe anual Index of Economic Freedom, un sensible descenso en la posición que ocupa España a nivel internacional. Concretamente, nuestro país ha pasado de ocupar el puesto 27 con un indice de 2.31 (entre 0 y 1), al puesto 31 con un índice del 2.34.
 
Peor todavía, sin embargo, se percibe el futuro inmediato, teniendo presente algunas de las observaciones de los economistas que han corrido a cargo de la presentación del informe y que han coincidido en mostrarse francamente pesimistas de cara al informe del año que viene. Entre los aspectos que podrían implicar un retroceso en la libertad económica de España se encuentran, además de la ya citada restricción en los horarios comerciales, el incremento del Salario Mínimo o la creación del denominado impuesto "Narbona". Eso, por no hablar de la ambivalente reforma fiscal que se propone llevar a cabo Solbes, quien nos va a subir los impuestos con la mano izquierda más de lo que nos lo va a bajar con la derecha.
 
Para colmo y coincidiendo con estas advertencias y con la presentación del informe, se ha sabido este martes que la balanza por cuenta corriente -que mide los ingresos y pagos al exterior- arrojó un déficit en 2004 de 39.538,3 millones de euros, lo que constituye casi un 90 por ciento más que en 2003. El año pasado, el sector exterior duplicó su aportación negativa a la economía española, por lo que, ya no desde el PP, sino desde CiU se ha acusado a Zapatero de vivir de réditos de Gobiernos anteriores y anunciar "medidas de risa".
 
El PP, por su parte, se ha limitado a constatar lo que es un hecho. A saber, que esta es la balanza de pagos más deficitaria de la historia de España.
 
Mientras tanto, a muchos españoles, anestesiados por el potencial propagandístico del gobierno, les podrá gustar mucho la sonrisa y el talante de Zapatero. Lo cierto, sin embargo, es que ese gusto por lo superficial lo vamos a pagar caro con nuestro bolsillos.

En Libre Mercado

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