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EDITORIAL

Moratinos mete al Príncipe en un embrollo

Haga lo que haga el Príncipe este lunes, malo. Lo extraño es que la Casa Real no esté exigiendo la cabeza del peor ministro de Asuntos Exteriores de la etapa democrática.

Hay que recordar que en el origen del conflicto con Venezuela están las irresponsables palabras del ministro de Asuntos Exteriores a finales de 2004 acusando al ex presidente Aznar de haber apoyado el golpe contra Chávez de abril de 2002. En Santiago de Chile, el gorila rojo no hizo otra cosa que repetir lo que dijera Moratinos en el programa 59 segundos ante las palabras de nuestro colaborador Ignacio Villa en las que lamentaba que nuestra política exterior consistiera, desde la llegada de Z, en ser aliados de Chávez y Castro.

El "¿Por qué no te callas?" que le dirigió el Rey a Hugo Chávez fue provocado por el empeño de éste en insistir en la acusación de Moratinos acompañándola de toda clase de improperios y la sorprendente decisión de Zapatero de defenderle –que luego se ha dicho que fue incitada por el monarca– ante la ofensa que suponía para nuestro país que se insultara gravemente en un foro internacional a un ex presidente de España. Desde entonces, y dado que no se atrevió a enfrentarse con Don Juan Carlos en el momento en que éste le dijo que cerrara la boca, Chávez no ha hecho otra cosa que burlarse de nuestro jefe de Estado y amenazar a las empresas españolas que aún siguen operando en Venezuela con robarles lo que allí tienen.

Ante esta situación, Moratinos no ha hecho absolutamente nada que no fuera decir que no iban a enfrentarse con Venezuela y que el tiempo todo lo curaría. Es decir, dando muestras de debilidad frente a un régimen de mierda –si perdonan la expresión, que utilizamos exclusivamente por ser parte del "patrimonio cultural" venezolano, según un ministro chavista– que está hoy más débil que nunca, tras ser derrotado en su intento de aprobar una Constitución totalitaria por un margen real que nunca llegaremos a conocer. Y en esto llegó Chávez y afirmó que el Rey le había felicitado por el desarrollo del referéndum y que el Príncipe le llevaría "un mensaje personal" del Rey este lunes en la toma de posesión de Cristina Kirchner, a la que acudirán ambos. La fuente: Moratinos, nuestro ministro de Asuntos Exteriores.

Todo apunta a que el responsable máximo, junto a nuestro presidente, de llevar a nuestro país al actual estado de marginación en el que se encuentra tanto en Europa como en el resto del mundo, se ha inventado tanto la felicitación del Rey como la posibilidad de que el Príncipe le diga nada de parte de nadie a Chávez este próximo lunes. Eso, al menos, parece deducirse tanto del desmentido de la Casa Real como de las palabras de la vicepresidenta De la Vega al final del último Consejo de Ministros. El propio ministerio que dirige ha reconocido que fue Moratinos quien le dijo al embajador venezolano lo mismo que Chávez repitió ufano. Semejante metedura de pata en alguien que, encima, es diplomático de carrera demuestra su incapacidad para ocupar su cargo y debería suponer su dimisión, si tuviera vergüenza, o su cese inmediato, si la tuviera Zapatero.

Moratinos ha puesto al Príncipe en una posición muy difícil. Si le dirige a Chávez unas palabras, aunque no sean más de una docena, todo el mundo interpretará que le ha comunicado unas disculpas del Rey, dejando al monarca y a lo que éste representa, es decir, a España, a la altura del betún. En cambio, si evita al venezolano y procura no decirle nada le estará hurtando una victoria que, gracias a Moratinos, pensaba que tenía ya en su mano. Haga lo que haga, malo. Lo extraño es que la Casa Real no esté exigiendo la cabeza del peor ministro de Asuntos Exteriores de la etapa democrática.

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