Las declaraciones de José Blanco sobre la entrevista de Ibarretxe con Otegi y las de Moraleda sobre la verificación del desarme de ETA no son un tributo a Cantinflas ni a Marx (Groucho), sino la enésima afrenta a la inteligencia de los españoles que perpetran tales voceros del socialismo rampante. ¿Por qué ha elegido Zapatero como portavoces a tan inefables personajes? La respuesta podemos encontrarla en uno de los artículos de Federico Jiménez Losantos que conforman España y Libertad, titulado 'La noche de los territorios vivientes':
Nos quieren alelados, estos émulos de los más siniestros manipuladores del lenguaje, para mejor rematarnos. Pero no estamos muertos, ni mal enterrados. Gozamos de buena salud, y tenemos toda la intención de plantar cara a los adoradores del Gran Hermano orwelliano.Los presuntos españoles que aún parecemos políticamente vivos somos, quevedianamente, "presentes sucesiones de difuntos" y van a sacrificarnos inútilmente para aplacar a los zombis bizcaitarras y catalanistas, que son insaciables [...] Este oficio de difuntos (...) se hará, eso sí, con todas las garantías anestésicas. Nadie se enterará de nada, salvo de que duermen.