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EDITORIAL

Otra victoria para la 'derrotada' ETA

El éxito de esta operación tendrá como consecuencia que los proetarras podrían anexionar Navarra al País Vasco y, además, de manera legal.

Las sospechas de que el PSOE y los proetarras de Bildu traman una maniobra para expulsar a UPN del poder en Navarra están más que justificadas a la vista del comportamiento de destacados dirigentes socialistas. Pues si Elena Valenciano desechaba en un primer momento cualquier posibilidad de acuerdo con Bildu, Soraya Rodríguez y Eduardo Madina, responsables del grupo socialista en el Congreso de los Diputados, se encargaron de aclarar poco después que su partido está dispuesto a ir de la mano con la franquicia electoral de la banda terrorista ETA para desbancar a Yolanda Barcina.

No sería la primera vez que el PSOE se aliara con enemigos declarados de la Nación. En el País Vasco ha gobernado en coalición con el PNV y en Cataluña ha hecho lo propio con ERC, con desastrosos resultados para sus marcas locales. Por lo que hace a la propia Navarra, es preciso recordar que ya en 2007 el PSN estuvo dispuesto a coaligarse con los nacionalistas partidarios de la anexión del Viejo Reino al País Vasco, acuerdo impedido in extremis por la dirección del PSOE por mero cálculo electoralista, dada la proximidad de los comicios generales de 2008.

En la operación que los socialistas navarros están fraguando entra en juego, una vez más, la estrategia del PSOE en lo relacionado con el final de la banda terrorista, que sólo los más voluntariosos pueden dar por bueno a la vista de los éxitos que su brazo político está cosechando desde la negociación con el Gobierno de Zapatero.

El sectario Eduardo Madina se encargó ayer de quintaesenciar la estrategia del PSOE respecto al País Vasco y Navarra con su referencia a "un tiempo nuevo, distinto, en claves distintas". Así pues, por más que el PSN insista en que su amenaza de aliarse con la franquicia electoral de los terroristas para perpetrar una moción de censura responde exclusivamente a su afán por desterrar la corrupción de la Administración autonómica, resulta evidente que el plan es de mucho mayor calado.

Un acuerdo con Bildu para tomar la Presidencia de Navarra supondría probablemente el suicidio político del PSN, con graves consecuencias para las aspiraciones electorales del PSOE en el ámbito nacional. Para España, el éxito de esta operación tendría como consecuencia que los proetarras redoblaran su apuesta por la anexión de Navarra al País Vasco, y además por la vía legal, gracias a la disposición transitoria con que los constituyentes dejaron intencionadamente abierta esa posibilidad. Otra prueba más de que la derrotada ETA goza de extraordinaria salud, en gran parte por culpa de quienes tendrían que tener por gran objetivo derrotarla.

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