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EDITORIAL

Rajoy y la tibieza

Si Rajoy no quiere expresar el rechazo ante lo que ve y lo que oye en el mismo grado en el que lo siente, si no quiere poner a pleno rendimiento sus indudables talentos, él sabrá lo que hace

Zapatero ha agradecido el apoyo que le ha brindado este martes Mariano Rajoy, tras el último atentado perpetrado por ETA en Madrid. No obstante, viendo reaparecer en Rajoy ese desproporcionado bajo perfil de oposición que tanto desea el PSOE como le aconsejan al PP no pocos en su entorno, el presidente del Gobierno se ha permitido confiar, de forma condescendiente, en que, a partir de ahora, el PP tenga como "hábito más el compartir que el discrepar". "Esa es la actitud" -ha tenido la desfachatez de decir ZP- que él mantuvo en su etapa como líder de la oposición, al tiempo que dijo que, por su parte, no va a quedar que haga todos los esfuerzos necesarios para que se logre la máxima unidad democrática, "que -precisó- es garantía de la derrota de ETA".
 
La tibieza con la que Rajoy ha intervenido este miércoles en el parlamento, ha facilitado, además, a la vicepresidenta replicar, sin contestar, a la oportuna pregunta de Acebes en torno al número de apoderados que tuvo el Partido Comunista de las Tierras Vascas en las pasadas elecciones autonómicas. "A pesar de las palabras de su jefe de filas –ha dicho De la Vega a Acebes- usted está en otra cosa, como siempre: en la utilización del terrorismo. Le pido que deje hoy ese camino".
 
Y es que, claro, tratar de dejar en evidencia la cantidad de batasunos y ex presos etarras que han actuado como apoderados del PCTV y de cómo el Gobierno ha dejado sin efectos la Ley de Partidos, casa mal con el injusto e inmerecido tono reconciliador con el que el líder de la oposición se dirigió el miércoles al presidente de gobierno.
 
A veces, el error en el grado lo es todo. Pero en fin. Si Rajoy no quiere expresar el rechazo ante lo que ve y lo que oye en el mismo grado en el que lo siente; si no quiere poner a pleno rendimiento sus indudables talentos, él sabrá lo que hace. ZP, Alonso y Rubalcaba pedían "menos ruido"; diarios como El Mundo, también. Lo que, desde luego, sí va a volver a hacer "ruido", a puerta cerrada, son las carcajadas en el seno de Prisa. Esperemos que el indignado liderazgo de las víctimas les borre a todos ellos la sonrisa.

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