Menú
EDITORIAL

Sánchez pone en riesgo la supervivencia del PSOE

La actitud de Pedro Sánchez desbarata por completo las posiciones sensatas que mantienen socialistas de relieve como Margarita Robles o Josep Borrell.

La presencia de Miquel Iceta en la manifestación convocada por los grupos separatistas contra el Tribunal Constitucional representa, en una sola imagen, la rendición del PSC al nacionalismo catalán y sus aliados antisistema. Las organizaciones convocantes protestaban contra una decisión del Alto Tribunal en virtud de la cual deja en suspenso dos leyes autonómicas de fuerte contenido intervencionista que, además, podrían invadir competencias estatales.

Se trata de un procedimiento habitual que suele producirse en no pocas ocasiones cuando se pide al TC que se pronuncie sobre la delimitación competencial en un ámbito concreto. Todas las comunidades autónomas han vivido, en mayor o menor medida, episodios de este tipo, que entran dentro de la normalidad administrativa y el funcionario ordinario del Estado. Sin embargo, lo que en el resto de España es aceptado con lealtad, en el caso del nacionalismo catalán se convierte en un nuevo episodio de vergonzoso victimismo.

Ahora bien, mientras que la histeria política es lo habitual en el separatismo y el radicalismo antisistema, el alineamiento de la franquicia catalana del PSOE con semejantes compañeros de viaje es un argumento contundente contra la pretensión socialista de que es un partido de fiar. Pedro Sánchez y, con él, la plana mayor de su Ejecutiva no sólo no han censurado la presencia de Iceta en la malhadada manifestación, sino que lo han apoyado sin fisuras. Sánchez incluso ha llegado a decir que él haría lo mismo en caso de vivir una situación similar, lo que pone deja a las claras la manera en la que el todavía líder socialista entiende la unidad de España y el respeto al orden constitucional.

La actitud de Pedro Sánchez desbarata por completo las posiciones sensatas y antipodemitas que mantienen socialistas de relieve como Margarita Robles o Josep Borrell.

Para convertirse en una alternativa creíble al radicalismo bolivariano y sus alianzas antinacionales, el PSOE necesita contar con un líder que demuestre con hechos el compromiso del partido con la Constitución, la unidad de España y la igualdad de todos sus ciudadanos. Con Pedro Sánchez no sólo está en cuestión este elemento fundamental; su aplauso a la humillación ancilar del PSC demuestra que, con tal de prolongar su mandato al frente del PSOE, está dispuesto a sacrificarlo todo. Incluso su propio partido.

Temas

En España

    0
    comentarios