Por mucho que lo haya elegido como su nuevo asesor económico, David Taguas ya puede ir olvidándose de que Zapatero tome en consideración sus propuestas de "reforma" ante el previsible colapso de ese fraudulento sistema piramidal que constituye el sistema público de pensiones. En un estudio escrito antes de suceder a Miguel Sebastián como director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, Taguas alertaba de la quiebra que se podría producir entre 2011 y 2015 si no se hacen "reformas" tales como aumentar los años de cálculo de las pensiones que permita reducirlas del 10 al 30 por ciento o retrasar la edad de jubilación de forma obligatoria y generalizada.
Vaya por delante que, en lugar de practicar esta huida hacia delante, Taguas ya podría haber propuesto la sustitución del ineficiente y monopolista sistema de reparto estatal actual por un sistema de capitalización individual que permita a los ciudadanos beneficiarse de la gestión privada y la competencia.
En cualquier caso, de Zapatero y de su Gobierno no cabe esperar ni lo uno ni lo otro. Echarán mano del Fondo de Reserva para las Pensiones instaurado por el Gobierno de Aznar, sin importarle más allá. Si para los políticos en general el largo plazo no existe, para Zapatero en particular que le hablen del 2011 es equivalente a que lo hagan del 3011.
