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Eduardo Pedreño

La encrucijada de Microsoft

Microsoft nunca ha comprendido la Red. Perdió el tren en el 94/95 y no se recuperaron hasta el 98. Y el envite de los servicios web, a pesar de estar en primera línea de la innovación y darse cuenta, les ha pillado desprevenidos

El otro día leí un interesante artículo titulado "Los avisos de muerte de Microsoft". La empresa de Bill Gates ha sido sentenciada a muerte con verdugos como Digital Research, IBM, Apple, Novell, Unix, Lotus, Netscape, AOL, Larry Ellison, Sun, Palm, Psion, Linux, y naturalmente el omnipresente Google. De todas las encrucijadas Microsoft ha salido –hasta la fecha– victorioso, a veces magullado pero sin heridas mortales. La encrucijada a la que se enfrenta ahora mismo Microsoft es probablemente la más complicada. Porque la única guerra que Microsoft nunca ha conseguido ganar de manera aplastante es la de Internet. Y ahora llega la hora de la verdad, porque esta es la primera vez en que el modelo de negocio amenaza con desplazarse a territorios no dominados –ni de lejos– por la empresa “monopolista”.

En los últimos días hemos podido leer memorandos privados de Microsoft filtrados a la Prensa: uno de Bill Gates alertando sobre los peligros de quedarse atrás en la nueva ola de servicios y la reconversión del software de producto a servicio. Y otro de Ray Ozzie , creador de Groove , Lotus Notes, y ahora integrado en la disciplina del gigante tras la compra de su empresa (Groove). Ozzie es uno de los cerebros más privilegiados de la historia reciente del software y su visión sobre el futuro del negocio es enormemente esclarecedora. El problema es que de la lectura de ambos emails deducimos que Microsoft va a hacer un montón de buenos productos y va a plantar cara a los nuevos desafíos, pero aparte de apalancarse en su monopolio para perpetuar su liderazgo en nuevos territorios (estrategia ya seguida infinidad de veces) no parece que tengan muchas ideas de cómo seducir a un público que cada vez es más escéptico y que ha abrazado el mantra de Google de no ser perverso.
 
Y sí, la avalancha de nuevos desarrollos que Microsoft está presentando en sociedad en las últimas semanas prometen mucho, muchísimo. Windows ha presentado Start.com , Live.com (Windows Live), Office Live (en 2006) y nos promete una extensión web cada vez más amplia de los futuros sistemas operativos y suites ofimáticas. Han hecho desarrollos ambiciosos para MSN, preparan su propia red de publicidad tipo Adsense, un mejor buscador, han abrazado el RSS, nuevo Internet Explorer 7 (copiando todo lo bueno de Firefox) y una larga lista de nuevos productos que probablemente supongan el mayor número de desarrollos que ha hecho Microsoft en su historia. Pero... ¿por qué nos da la impresión que de Microsoft va a la deriva? ¿Por qué sus productos apenas han tenido repercusión pública? ¿Por qué la blogosfera hace la ola con cada anuncio de Google y Apple y reacciona con cierta indiferencia ante las novedades de Microsoft?
 
Conforme las aplicaciones se desvinculan de la plataforma, de pronto el sistema operativo Windows ya no es tan imprescindible. Linux , Firefox y Openoffice plantean alternativas fiables y en algunos puntos superiores a Microsoft. Google ha ido configurando una serie algo irregular de herramientas, pero sin muchas de ellas el grueso de usuarios de la Red nos encontraríamos perdidos. De algún modo suena inverosímil que Microsoft se apoye en su monopolio cuando va a jugar un partido de tenis equipado de botas y balones de fútbol. Sí, son el Real Madrid del software de escritorio. Pero esto tiene poco que ver con el escritorio.
 
Microsoft nunca ha comprendido la Red. Perdió el tren en el 94/95 y no se recuperaron hasta el 98. Y el envite de los servicios web, a pesar de estar en primera línea de la innovación y darse cuenta, les ha pillado desprevenidos. El elefante de Redmond sufre los problemas de su falta de operatividad y agilidad. Pero Microsoft es el gato que siempre cae de pie, el que ha luchado en mil batallas y ha ganado. Sí, haciendo uso de tácticas sucias y reprobables. Pero han ganado. O han sobrevivido. La dificultad del momento radica en que por más que innoven no podrán hacer uso de su sacrosanto monopolio. Van a luchar de igual a igual. La respuesta no la tendremos hasta dentro de unos años. Pero la batalla va a ser formidable.
 
Algunos links interesantes sobre el tema:
 
Microsoft en pánico
It's Deja Vu All Over Again
Los memos de Microsoft: WebServices

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