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Emilio Campmany

El sistema en el zaquizamí

Luis María Anson ha escrito “España necesita un PSOE robusto”. ¿Por qué?

Luis María Anson ha escrito “España necesita un PSOE robusto”. ¿Por qué?

Luis María Anson ha escrito "España necesita un PSOE robusto". ¿Por qué? Aparte el hecho de que cuánto más robusto ha sido el PSOE, peor nos ha ido, no es cierto que a España le convenga "un PSOE sosegado y robusto como el que lideró Felipe González". No niego que aquel PSOE fuera sosegado y robusto. Niego que nos conviniera. El GAL mataba y secuestraba con mucho sosiego. El mismo que empleaban en robar el gobernador del Banco de España o el director general de la Guardia Civil. Y hay que ver lo robusto que se reveló el PSOE de Felipe González cuando se cargó la educación y la justicia.

Otra cosa sería si Anson estuviera defendiendo el bipartidismo. Pero para eso no hace falta que una de las patas sea un PSOE robusto, basta un partido de centro-izquierda que no entierre en cal viva ni saquee los fondos reservados. Si además ese partido fuera uno donde a un Zapatero no le dieran más responsabilidad que la de ensalivar sobres, ya tendríamos uno de los dos pilares sobre los que construir un aceptable sistema bipartidista. Por lo tanto, para que haya bipartidismo no es necesario que el PSOE tenga ninguna robustez. Es más, lo conveniente sería que su debilitamiento fuera lo suficientemente profundo como para que fuera sustituido por otra izquierda que tenga las virtudes que Anson, no sé por qué, ha creído ver en el PSOE, a pesar de que carece ostensiblemente de ellas.

Claro que, en realidad, lo que Anson hace no es defender la presencia de un PSOE robusto. Tampoco se limita a argumentar académicamente en favor del bipartidismo. Lo que hay es una defensa de este concreto bipartidismo. No sólo ha de ser robusto el PSOE, también ha de serlo el PP, de cuya debilidad no se habla, pero se presiente en todo el artículo. La frase clave es ésta:

La alternativa hoy al Partido Popular, según las encuestas, es la alianza del PSOE, del partido comunista enmascarado tras IU, de Esquerra Republicana de Cataluña y del BNG gallego. Esa coalición bascularía hacia el extremismo zurdo y sería manejada por el radicalismo comunista de Izquierda Unida.

Esto no se dice sólo para que los dirigentes del PP se ocupen de preservar la robustez del PSOE, que es cosa que, sin necesidad de oír los consejos de Anson, ya hacen. Esto se dirige a los desencantados votantes del PP, para que sigan votando, aunque sea de mala gana, a Rajoy y evitar así la alternativa con la que Anson pretende asustarles. No se trata de defender sólo al PSOE, sino a todo el sistema, para impedir que acabe en el zaquizamí de la Historia, como le gusta decir a él, que no puede emplear la palabra desván porque entonces no se notaría que es académico. Ahora, qué interés tiene en defenderlo y por qué no lo hace a las claras son cosas de las que no tengo ni idea.

En España

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