Comentaba un día en petit comité un alto cargo de Unión Fenosa, la eléctrica controlada por ACS, que Enel y Acciona les habían enseñado el camino a seguir en su deseo de hacerse con Iberdrola. No sé si los chicos de Florentino Pérez efectivamente están trabajando con una estrategia similar, pero quien parece estar repitiendo todos los movimientos al dedillo es ni más ni menos que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Primera similitud: Zapatero pactó con el presidente francés Nicolas Sarkozy la entrada de la pública EDF en la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán, como hizo en su momento con Romano Prodi cuando abrió las puertas de Endesa a Enel. Y esos pactos implican, o han implicado, la entrega de dos de las multinacionales más grandes e importantes de nuestro país a sendas empresas públicas controladas por gobiernos extranjeros.
En todo este lío la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, y su director, David Taguas, están teniendo un papel muy activo a la hora de allanar el camino a los franceses, con intervenciones personales del propio Taguas ante unos y otros. O sea, como cuando Taguas se reunía con el consejero delegado de Enel, Fulvio Conti. Lo que no se sabe todavía es si los ejecutivos de EDF han pasado ya o no por Moncloa, como hizo en su momento Conti, pero, en lo demás, el guión es muy parecido.
Nuevamente, el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, ha tenido que enterarse de todo por la prensa. Los deseos de EDF se conocían de sobra en Moncloa, pero nadie se lo contó a un Solbes que, una vez más, vuelve a encontrarse en una situación muy comprometida que exigiría de él una respuesta acorde con las circunstancias en lugar del silencio y el deseo de permanencia en el cargo en caso de que Zapatero revalide triunfo en las urnas.
Como ocurrió con Endesa, la amenaza de troceo de Iberdrola pende sobre toda la operación. En Endesa, el despiece aún no se ha llevado a cabo, pero todo apunta a que de aquí a unos meses Acciona se llevará el negocio de renovables y parte de las centrales hidráulicas mientras que Enel se quedaría con el resto. En el caso de Iberdrola, se especula con la posibilidad de que EDF pueda quedarse con Scottish Power, algo que no parece posible ante el rechazo que empiezan a manifestar las autoridades británicas y la propia Comisión Europea. Pero lo que muy pocos dudan es que Iberdrola acabaría dividida. Y, como no podía ser menos, ya hay quien está a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos para tratar de sacar tajada del asunto, concretamente Gas Natural que ve abrirse de nuevo la posibilidad de contar con activos eléctricos, o incluso Repsol, que podría hacerse con el negocio de gas de Iberdrola.
¿Quién más puede ganar con todo esto? Conviene tener presente que en la misma reunión en que Sarkozy y Zapatero pactaron la entrada de EDF en Iberdrola, el presidente francés dijo que habría una solución al conflicto que enfrenta a la francesa Eiffage con Sacyr, la constructora que participó activamente en el intento capitaneado por la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno de desbancar a Francisco González de la presidencia del BBVA. Esa misma Sacyr que participó en las reuniones en Moncloa sobre el caso Endesa y que entró en Repsol a petición del Gobierno cuando La Caixa decidió reducir su participación en la petrolera hispano-argentina. Tomen nota.
