¿Cómo es posible que la economía española siga creando empleo y reduciendo el paro con todo esto del conflicto de Irak de por medio? Para muchos, los datos de paro y de afiliación a la Seguridad Social correspondientes a marzo, que acaba de presentar el Ministerio de Trabajo, son una sorpresa prácticamente inexplicable. Que el mes pasado, cuando comenzó la guerra, hubiera 14.490 parados menos inscritos en el Inem y 119.373 cotizantes más a la Seguridad Social es algo que no cabe en su cabeza. Sin embargo, la explicación existe, sin necesidad de acudir a argumentos sobrenaturales como los milagros o la magia. Basta simplemente con analizar otros indicadores económicos que proporcionan la respuesta. Una respuesta que tiene que ver con las políticas económicas sanas.
Los datos más relevantes, en este sentido, son los de recaudación fiscal. Esta se disparó en los dos primeros meses del año tanto en el IVA como en el Impuesto sobre la Renta. Ambos tributos son muy sensibles a la coyuntura económica puesto que los ingresos que aporte el primero se encuentran íntimamente ligados con la evolución del consumo y los que proporcione el segundo con la marcha del empleo. Por consiguiente, es inmediato concluir que el gasto familiar y la generación de puestos de trabajo han aumentado, síntomas claros de que el crecimiento económico sigue gozando de buena salud. ¿Cómo es posible, con todas las incertidumbres relacionadas con la guerra que están retrasando la adopción de muchas decisiones fundamentales de gasto e inversión por parte de las familias y las empresas?
Es muy sencillo. En enero entraron en vigor las medidas fiscales contenidas en los presupuestos para este año, entre ellas la nueva rebaja del IRPF y el incremento de la inversión pública en más de un trece por ciento. Estas medidas aportarán un punto de crecimiento al PIB, justo la distancia que separa las previsiones de los analistas sobre la economía española de las que realizan para el conjunto de la UE y sus países miembros, y ya están surtiendo efecto.
En consecuencia, no hay falsedad ni contradicción alguna entre los datos de paro y la realidad económica y geopolítica que condiciona y matiza muchos planes empresariales.
En Libre Mercado
0
comentarios
Servicios
- Radarbot
- Libro