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Emilio J. González

Powell calienta el parqué

Se esperaba con expectación la intervención ante Naciones Unidas del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, para presentar las pruebas reunidas por Estados Unidos contra Sadam Hussein y no ha decepcionado, al menos a los mercados. La importancia y contundencia de los datos aportados por Powell tendrán que decidirla los analistas y los políticos. Los mercados, por su parte, ya han emitido su dictamen: habrá guerra.

Las palabras del secretario de Estado han dado fuerzas renovadas a los mercados de valores de todo el mundo. Wall Street las ha recibido con alzas y las bolsas europeas, que pasaron la jornada dubitativas con tendencia a los números rojos terminaron la sesión con fuertes alzas respaldadas por volumen de negocio. Así, el Ibex 35 cerró con una ganancia del 2,21%, el FTSE londinense con un alza del 2,47%, el Dax Xetra alemán con una subida del 3,87% y el Cac 40 parisino con una ganancia más escueta, del 0,74%, tal vez por el rechazo francés a la intervención armada contra Irak, tal vez porque a Francia se le acabó el negocio armamentístico que ha mantenido durante años con Sadam y que le ha reportado pingües beneficios.

La reacción de los mercados es lógica. No hay nada que rechacen más las bolsas que la incertidumbre. Tras las palabras de Powell, ésta ha desaparecido: habrá guerra, piensa el mercado. Pero la respuesta de los parqués de todo el mundo ha resultado en cierto modo sorprendente puesto que lo lógico hubiera sido un desplome de las cotizaciones. Powell, sin embargo, ha calentado el mercado con su intervención porque, después de ella, el mercado tiene la certeza de que, efectivamente, Estados Unidos intervendrá y apuesta por una solución rápida y favorable a los norteamericanos.

De todas formas, es pronto para que los inversores echen las campanas al vuelo. La guerra todavía no ha comenzado y cuando se acerque la hora de la verdad pueden cambiar las cosas y la bolsa desplomarse, como ha sucedido en tantas otras ocasiones previas a un conflicto armado en el que haya participado EEUU. Pero, por ahora, el entorno de los 6.000 puntos para el Ibex 35 sigue siendo una buena referencia. Si se pierde como consecuencia de la guerra, habrá que pensar en un nuevo suelo en los 5.200 puntos, aunque primero tendría que romperse a la baja el soporte actual. Y, por el momento, éste se ha demostrado muy fuerte, probablemente porque los mercados ya han descontado por completo que habrá guerra y que ésta será corta. El escenario alternativo, que el conflicto se prolongue, es una posibilidad que pone los pelos de punta a los analistas y a los inversores. No obstante, las probabilidades de que esto llegue a ocurrir son razonablemente bajas. Y eso, que es una mera expectativa, también cotiza.

En Libre Mercado

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