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Emilio J. González

Signos alentadores

La Bolsa sigue estando para pocas bromas, pero la cara le ha empezado a cambiar el jueves y empieza a presentar algunos signos alentadores. El Ibex 35 ha concluido la semana por encima de los 5.900 puntos, con una ganancia del 3,3% gracias a las sesiones del jueves y el viernes, en las que el mercado de valores acumuló una subida del 8,5%.

Se podría pensar que estos movimientos consisten en un mero rebote técnico, después de las caídas registradas en los días anteriores. Sin embargo, podría tratarse de algo más. En primer término, las subidas se han producido con bastante volumen de negocio, cuando los rebotes técnicos se caracterizan, entre otras cosas, porque apenas hay papel en el mercado. En segundo lugar, las dos jornadas de subidas impresionantes vinieron precedidas por una sesión en que las órdenes de venta superaron el 80% del total de órdenes, para pasar los dos días después a jornadas donde las órdenes de compras fueron masivas y casi todos los valores del Ibex 35 subieron. Estos elementos suelen ser el indicativo de que el mercado está formando un suelo en el entorno de los 5.550 puntos. Si el lunes la Bolsa vuelve a cerrar en positivo, ese suelo se habrá confirmado, al menos hasta que el mercado diga otra cosa.

Todos estos datos son importantes por varias razones. El viernes la Bolsa no sólo cerró con nuevas y espectaculares ganancias, sino que, además, rompió la resistencia de los 5.850 puntos, que pasa a convertirse en el nuevo soporte del mercado que hay que tomar como referencia. En segundo término, el mínimo marcado el miércoles se encuentra por encima del anterior mínimo de enero, situado en los 5.250 puntos. Estos comportamientos suelen ser el preludio de una fase alcista de la Bolsa, que probablemente veríamos si no fuera porque las incertidumbres en torno a la guerra con Irak distan mucho de haberse despejado. La perspectiva de un mercado alcista viene reforzada, además, por el hecho de que tanto el jueves como el viernes, por primera vez en bastantes semanas, quienes vendieron acciones para comprar oro y bonos perdieron dinero. Si a ello se une, en el caso español, que el real brasileño se ha apreciado nuevamente frente al dólar, lo que aumenta el valor de las sociedades cotizadas con intereses en Brasil, como Telefónica o el SCH, el caldo de cultivo para la recuperación de las cotizaciones está servido. Por desgracia, el asunto de Irak sigue coleando, lo que obliga a seguir siendo cauto a la hora de invertir.

Por último, el comportamiento de las Bolsas el jueves y el viernes avala a quienes sostienen que en cuanto se resuelva el problema de Irak, los mercados de valores pueden dispararse. Las ganas con las que entró el dinero en el mercado el jueves y el viernes y el elevado número de inversores que volvieron a él muestran la predisposición de los inversores institucionales y los particulares a retornar a la Bolsa a la menor oportunidad que tengan.

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