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Emilio J. González

¿Un caballero blanco?

¿De qué se trata, entonces? Pues muy posiblemente de asociarse con E.On.

La irrupción de Acciona en la batalla por el control de Endesa ha desencadenado todo un río de especulaciones acerca de las motivaciones de la constructora controlada por la familia Entrecanales para verse inmiscuida en un asunto que lleva un año inmerso en el ojo del huracán político, económico y mediático.
 
Acciona ha hecho público que cuenta con una participación del 10% en el capital de Endesa y que su intención es llegar hasta el 25%, lo que al precio de 32 euros al que ha pagado esas acciones supondría una operación de 7.000 millones de euros, equivalente al valor de la propia constructora en Bolsa. Esto ya puede ofrecer la primera pista. Evidentemente, las intenciones del grupo constructor no son las de ir más allá porque, de hacerlo, tendría que lanzar una OPA y entrar a competir con las de E.On y Gas Natural. Esa OPA, además, tendría que ser para hacerse con el control de la eléctrica; pero son tantos los recursos que tendría que obtener Acciona para ello y tanto lo que crecería su endeudamiento, que, de acuerdo con la normativa del sector eléctrico y con los precedentes establecidos por la propia Comisión Nacional de la Energía, las inversiones comprometidas por Endesa estarían en peligro. Por tanto, la propia CNE tendría que poner el veto al control de Acciona sobre Endesa. Por consiguiente, la constructora no quiere quedarse con la eléctrica.
 
¿Sería posible, entonces, un pacto entre accionistas españoles, como quiere el Gobierno, para evitar que la alemana E.On pudiera hacerse con el control de Endesa? Esta hipótesis entraría dentro de lo posible. Si al 25% que quiere tener Acciona se le sumara el 10% de Caja Madrid, entonces solo habría que encontrar quien o quienes adquiriesen un 16% más del capital de la eléctrica. Sin embargo, no está claro que Caja Madrid vaya a sumarse al pacto. Además, el precio de 32 euros por título establecido por Acciona hace muy difícil la entrada de otros inversores españoles, dado el elevado volumen de recursos que tendrían que poner en cima de la mesa y porque, si se trata de derrotar a E.On, en cuanto el mercado percibiera que la alemana no iba a mejorar su oferta, la cotización de Endesa se desplomaría y quienes hubieran entrado en la compañía al mismo precio que Acciona tendrían que registrar en su cuenta de resultados pérdidas importantes por depreciación de inversiones financieras. En consecuencia, el tan ansiado por el Gobierno núcleo duro español que frene a los alemanes tampoco parece ser la auténtica razón de la tan sorprendente como inesperada maniobra de la constructora.
 
¿Se trata, entonces, de una inversión financiera de carácter especulativo? Acciona no sería la primera vez que realizase un movimiento semejante. Ya lo hizo en su momento con Airtel, obteniendo por ello enormes beneficios. Además, hay otros invasores, como la aseguradora francesa AXA, que tomaron posiciones en el capital de Endesa con el mismo fin pero a precios sensiblemente inferiores. Sin embargo, si E.On consigue hacerse con el 50,01% del capital de la eléctrica, el porcentaje mínimo al que ha condicionado su OPA, las plusvalías que Acciona espera cosechar se volatilizarían, puesto que E.On no necesitaría ese 25% del capital de Endesa en manos de Acciona para controlar la eléctrica española. En consecuencia, si se trata de una operación financiera especulativa, ésta sería a corto plazo, para vender a E.On en cuanto la alemana anunciase una mejora en su oferta si el mercado así lo exige, como parece que va a ser a tenor de la cotización de 32 euros por título que está alcanzando Endesa. Pero una acción semejante implica mucho riesgo si E.On no triunfa en su OPA o si, finalmente, decidiera no realizar una mejora de su oferta. Así es que el factor especulativo, aunque también hay que tenerlo en cuenta, podría ser más bien de largo plazo, de obtención de plusvalías con el paso de los años, no a corto plazo.
 
¿De qué se trata, entonces? Pues muy posiblemente de asociarse con E.On. Acciona ha anunciado, en un comunicado oficial, que está dispuesta a pactar con cualquier accionista de Endesa, posibilidad que incluye a E.On si, finalmente, se hace con el control de la compañía. Acciona, con ese pacto, tendría mucho que ganar; por ejemplo, contar con un socio como la eléctrica alemana para diversificar su negocio constructor hacia otros sectores, como la producción de electricidad; o para desembarcar de la mano de Endesa, o de E.On, en aquellos países en los que ambas eléctricas tienen presencia; o, simplemente, para mejorar su beneficio por acción. Por consiguiente, todo apunta a que detrás de la sorprendente maniobra de Acciona hay motivos para permanecer en el capital de Endesa sin torpedear las posibilidades de E.On. Por el contrario, el papel que puede jugar la constructora en todo esto es el de allanar el camino a la empresa alemana con la presencia en el accionariado de Endesa de un importante socio español que de credibilidad al compromiso de los alemanes de mantener a la eléctrica como una compañía española. Acciona, por tanto, va a ser caballero blanco de alguien en todo este asunto, muy probablemente de E.On… y, por qué no, de un Gobierno que tiene que salvar la cara ante el varapalo propinado por la Comisión Europea respecto a la modificación de competencias de la CNE, y ante el hecho posiblemente a punto de consumarse de que la primera eléctrica española va a pasar a manos extranjeras por una operación de pirateo político patrocinada por el Ejecutivo.

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