Javier González Ferrari ha cerrado el año con dos meteduras de pata. Una política y otra comercial. La política se ha desencadenado por una cosa tan tonta, pero tan habitual, como es no leerse los papeles que le preparan los subalternos y, por lo tanto, no pensar en lo que se dice y en sus consecuencias. Esta semana, Ferrari presentó al Consejo de Administración de TVE la programación del próximo semestre para TVE en la que, además de no incluir novedades dignas de mención, anunció una serie de microespacios en relación con la Presidencia española de la UE con el título “España y la UE. De Carlos V a José María Aznar”.
Cualquiera que ve ese título, empezando por el propio presidente del Gobierno, piensa que puede resultar descriptivo de lo que contenga, pero nada oportuno por el aire de infatuación que transmite. Si, además, la documentación tiene como destino un órgano político en el que se tiene que negociar con los partidos, resulta inadecuado e improcedente. Naturalmente, la oposición denunció el cariz propagandístico de la serie e, inmediatamente, Javier González Ferrari se ha visto obligado a rectificar y eliminar subtítulos y antetítulos que dieran bazas a la oposición. Con esa feliz ocurrencia ha quedado claro que Ferrari no calcula lo que dice ni lo que hace, y que hay demasiado exceso de celo por parte de quien quiere ganar puntos de una manera bastante burda.
Pero si en lo político no ha estado fino, en lo comercial se está luciendo. El ceder los derechos de explotación de “Operación Triunfo” en el terreno musical le ha hecho perder a TVE un montón de dinero. Ahora, la empresa catalana Gestmusic se va a forrar con los discos, y el programa se pasará por Canal Satélite Digital. Ya puede preparar un reglamento para el control de las producciones externas con el fin de contentar a los sindicatos que, si no tiene ojo para negociar, siempre va a resultar el pagano tontorrón que nunca sabrá rentabilizar la inversión por mucho plan de la SEPI que tenga. Con estos dos deslices para cerrar el año, González Ferrari ha dejado constancia de sus equivocaciones en política y en economía.
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