Tan sólo dos días después de que el PP presentara a Suárez Illana como candidato a la presidencia de Castilla-La Mancha con gran despliegue mediático, José Bono ha anunciado que llevará una ley a las cortes autonómicas para imponer la paridad en virtud del sexo en las listas electorales. Aunque Bono puede acreditar que la comunidad autónoma que él preside es la que tiene la mayor proporción de diputadas, el número de consejeras en su gobierno no es tan cumplido y es indudable que hay un afán propagandístico en la medida.
Sin contar con que la iniciativa puede tener problemas legales en su aplicación, al igual que la publicación de las listas de maltratadores que impulsó, el golpe de efecto de su anuncio le viene muy bien. Es la manera de contrarrestar la juventud del contrincante con una medida de avance, al menos en teoría. El PP, que tiene claro que el sistema de cuotas no es una política que le interese impulsar, anda flojo a la hora de hacer propuestas igualitarias. Además, el caso de Ponferrada lo ha dejado algo tocado y no tiene mujeres con peso que defiendan políticas contra la discriminación y salgan a la palestra con voz autorizada.
El Partido Popular no es el único al que le falta banquillo en este asunto. Cuando se han planteado polémicas como la del uso del velo en la escuela por las hijas de musulmanes, la mayoría de los que han intervenido han sido hombres, tanto a favor como en contra. Nos encontramos ante una situación en la que salta a la vista que los principios de igualdad están a merced de quienes tienen el poder y, puesto que son hombres, las medidas siempre tienen un cariz paternalista que se contradice con el fondo de la cuestión, que es que aumente la participación en el poder de las mujeres atendiendo a su competencia.
Los caminos de la igualdad de oportunidades son siempre complicados. En algunas ocasiones el sistema de cuotas da un empujón y en otras puede favorecer el oportunismo y el control por parte del jefe. Sin duda hay muchos puntos sobre los que discutir y opinar en relación a la situación actual de la mujer y su acceso a los poderes públicos, pero no es probable que en plena pelea electoral se pueda sacar nada en claro cuando lo que se juega es la lucha hombre a hombre.
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