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Encarna Jiménez

"Glamour" embarrado

Los famosos de la tele, esa tribu que, supuestamente, se sitúa cerca de los mundos “glamourosos”, está ofreciendo la imagen más sucia del universo televisivo. Los insultos en “Crónicas Marcianas” convierten las bocas de sus protagonistas, empezando por Matamoros, en pozos ciegos. La cámara oculta de “A corazón abierto” —felizmente retirada de la programación, ya que ningún favor hacía a las empresas que lo producían— mostró, por activa y por pasiva, el chanchulleo y la mentira de actrices en desguace y condes-caradura.

Como no podía ser de otro modo, el submundo de la droga ha tenido que salir a la luz aunque fuera pasado por intentos de desintoxicación como el de Ricardo Bofill y Carmina Ordóñez. Pronto llegará el día que en un “subidón” de coca y pastillas alguien sufrirá un infarto ante las cámaras. Por si fuera poco cobrar por mentir o insultar, no nos han ahorrado, previo pago de las declaraciones, el tema de los malos tratos.

Dentro de unos días, Telecinco y Gestmusic van a estrenar otro programa de telerrealidad con famosos titulado “Hotel Glamour” que, a la manera de “La isla de los famoSOS”, encerrará a unos cuantos “hermanos” con cara conocida. Allí podremos comprobar lo que significa “glamour” en estos días: cenagal, lodo, caspa y cutrerío. Es evidente que ese ganado es así, el público lo sabe y no parece que afecte demasiado al éxito de los programas. Los telespectadores siguen en masa los espacios poblados de famosos y, simplemente, de vez en cuando, castigan con su indiferencia algunos de ellos para depositar su confianza en otro semejante. “Hotel Glamour”, con Dinio, Tamara y gente así, conseguirá llamar la atención, seguramente mucho más que ese “X ti” que encerrará a 12 chicas y tres chicos en una pelea de corral bajo la batuta de Antonio Hidalgo y Paula Vázquez en Antena 3. Entre Gestmusic y Zeppelin hay un abismo. La productora de La Trinca llegará hasta el borde del abismo sin vergüenza, mientras que los contratados por Antena 3 harán otra porquería de corte machista pero con menos ambición por alcanzar “la fama”.


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