Las burbujas Freixenet, que algunos tenían por las menos picantes de los últimos años, están multiplicando el efecto publicitario del “spot” navideño de la empresa catalana. En estas fechas, las principales marcas de cava se gastan un montón de dinero en anuncios de televisión larguísimos en los que unos contratan famosos y otros llenan de chicas resplandecientes la pantalla. Codorniú, más clásico, solía echar mano de Montserrat Caballé, Rondel viene empeñándose en diferenciar el gas blanco del verde -adivine cual sienta peor- y Freixenet tiene como norma llevar un tropel de chicas que son sus “burbujitas” navideñas.
El pasado día 3, Freixenet descorchó el anuncio del 2000 en el que aparecía Lorin Maazel -toque alta cultura- y unas burbujas que representaban a las comunidades autónomas. Como este anuncio no pasa desapercibido, y menos si se pone en medio de la Gran final de “Supervivientes” o arrimado a los telediarios, Ceuta y Melilla se percataron de que no aparecían en el mapa autonómico de la empresa catalana. Faltaban dos burbujitas.
Inmediatamente, no sé si por hacerle una gracia a la competencia o por todo lo contrario, llamaron al boicot de la marca esta Navidad. Parece que sus habitantes se lo tomaron como si se tratara de la representación en el Senado y, queriendo o sin querer, con la protesta multiplicaron el efecto del anuncio. Como si se tratara de “Gran hermano”, se ha abierto una página en la red, “Vilaweb”, que ha sembrado la cizaña en Valencia, donde protestan porque la versión en valenciano acusa catalanismos. Y no se descartan otras acciones que aumenten la espiral informativa. Los catalanes ya tienen experiencia en retroalimentar culebrones basados en el cava, pero quizá no contaban con que la incompetencia de unos publicistas que quieren vender a toda España sin saber lo que es desatara la polémica. Ahora sólo les cabe pegar dos “burbujitas” en el anuncio como si fueran las Canarias en un mapa escolar.
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