El 20-J, día de la huelga, lleva camino de convertirse en una jornada vacacional forzada. La mayoría de los españoles puede estar en contra, pero se está creando el ambiente de rendición ante una convocatoria muy publicitada. Casi todos los actos se están cambiando de fecha y las televisiones, con toda probabilidad, van a alterar la programación.
La primera cadena en anunciarlo ha sido Tele 5, que, si no rectifican, ya ha dejado caer que esa día no habrá sesión especial de “Gran Hermano”. Pepe Navarro ha sido la avanzadilla en ese paso atrás que se está generalizando. Estamos tan acostumbrados a los cambios de última hora en la programación televisiva, que a nadie le sorprende que haya alteraciones, aunque llama la atención que, por parte de la empresa, no se cuestione la ruptura de la normalidad por un asunto ajeno.
El ambiente en TVE, complicado por un encierro del equipo de “Línea 900” en el centro territorial de Cataluña por no emitir dos reportajes conflictivos, no debe ser de gran tranquilidad. Seguro que en estos momentos, González Ferrari estará intentando salvar la cara con unos servicios que simulen una situación de normalidad muy difícil de conseguir donde hay tanto asalariado y una presencia sindical importante. Lo mismo puede ocurrir en el resto de las cadenas públicas. Los servicios mínimos de emisión estarán garantizados, pero será un día especial en el que, con suerte, se montará con aire festivo.
No queda mucho tiempo para tomar posiciones al respecto a la huelga, pero hay bastantes indicios para pensar que ese día mucha gente decidirá tomarse el día libre para no discutir con nadie y quizá aprovechar el tiempo para hacer compras en pequeños comercios o ver el fútbol en televisión si Antena 3 lo garantiza.
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