TVE ha estrenado esta semana dos programas que subrayan más si cabe la escasa diferencia que, en términos de programación, tiene la televisión pública con las cadenas privadas. El martes, como aperitivo de las rebajas de verano, vieron la luz en “prime time” un concurso y un programa de "testimonios" y debate. El concurso, presentado por Carlos Lozano, que ya está al frente de “El precio justo” en las tardes de “La primera”, lleva por título “!Vaya peña!”. Por supuesto, nada nuevo ni interesante nos trae un espacio que no tiene nada que hacer, más que rellenar huecos, frente a otros de mayor éxito en Antena 3 y Tele 5 como “Pasapalabra” o “¿Quiere ser millonario?”. Si acaso, enlaza con la parte más populista de los concursos que presenta Ramón García, en los que el grupo es el protagonista y el pueblo jalea la aparición en la tele.
Tampoco brilla por su aportación cultural o informativa “Esta es mi historia” que conduce a golpe de melena Ana García Lozano y dirige Josep Ramón Lluch, un curtido profesional que ha presentado y dirigido programas de “reality show” en Canal 9, Antena 3 y TVE durante más de diez años. La productora de Lluch, cuyo último trabajo fue un polémico espacio presentado por Cristina Tárrega en Canal 9, ha seguido las directrices de TVE para no caer en el escándalo o el amarillismo, con lo que tenemos un programa que, ni aportará nada al debate de fondo de temas como la violencia en las aulas, que trató en el debut, ni conseguirá elevar la audiencia de la noche.
Por más que la SEPI y los sindicatos de TVE se empeñen en defender la tesis de que hay que competir con las privadas a todos los niveles, de momento sólo se percibe la tendencia a la baja en los terrenos culturales e informativos y el aumento de publicidad alrededor de los telediarios que siguen siendo, junto a los programas “castizos” y las películas, el flotador de TVE.
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