Antena 3 ha puesto en marcha un reloj que, como en las series de espías, marca el tiempo de la autodestrucción. Cualquier iniciativa que emprende, dentro de la gestión de contenidos de la cadena, sólo consigue favorecer a la competencia. En los últimos meses ha pulverizado a varios de los profesionales con los que contó en temporadas pasadas. Quemó a J. J. Lucas, ha desplazado a Bertín Osborne, se ha cargado a Antonio Hidalgo con un producto lamentable, a Pedro Piqueras lo tiene mareado, no le saca rendimiento a Isabel Gemio y encima molesta a Ana Rosa Quintana quitándole a su productora el programa “Abierto al anochecer”.
Tienen tan buena vista que le encargan a Producciones 52 “Corazón dormido”, un programa tan deleznable como “Salsa rosa” de Tele 5 pero peor pensado, y hacen que la gente huya de la cadena como si la basura de Antena 3 oliera peor que la de los demás. Ni un 10 por ciento de audiencia. Llamar a P52 para sacar del pozo a la cadena es otra de las brillantes apuestas de los directivos de Antena 3. La productora va dando palos en distintas televisiones con programas de medalla. En TVE está consiguiendo acabar con el crédito de Concha Velasco gracias a ese horror nocturno titulado “Tiempo al tiempo” y en Canal 9 sobrevive gracias a “Tela marinera” y “Tómbola” que, con todo, resultan más nobles que algunos reality que hizo hace años en la cadena autonómica.
La prueba de la caída en picado de Antena 3 es que, en la semana del 8 al 14 de noviembre no consiguió meter ni un programa entre los diez más vistos. Todos eran de TVE y Telecinco. Ni una película como Parque Jurásico entró, ni los Simpson, ni tan siquiera las Noticias de Matías Prats que, a estas alturas, tiene que estar pensando qué mal le atacará en una cadena que está empeñada en tirarse por el precipicio.
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