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Encarna Jiménez

Miserias del corazón

Cristina Tárrega, Lydia Lozano y la supuesta vidente Cristina Blanco fueron las tres principales víctimas del reportaje de “El Mundo TV” titulado “La gran mentira del corazón” que se emitió el jueves en Tele 5. El equipo de investigación del área audiovisual del periódico “El Mundo”, que dirige Melchor Miralles, se propuso desvelar algunas miserias de los que viven en el universo rosa, una maquinaria que mueve mucho dinero en prensa escrita y televisión. Con la ayuda de un actor y cámaras ocultas, consiguieron las suficientes pruebas para demostrar que cualquiera puede ser famoso, aunque sea de tercera, y que la voracidad de algunos periodistas que se mueven en ese campo supera sus escrúpulos. También dejaron constancia de que cadenas públicas y privadas se comportan de la misma manera en los programas dedicados al cotilleo, haciéndose eco de cualquier bulo que les llene unos minutos de programación.

La fabricación de un supuesto ligue de Paulina Rubio, acompañado de un montaje fotográfico, fue suficiente para introducir a un chicocebo que hiciera picar a los “informadores” del mundo rosa e introducirle en la rueda de exclusivas, aunque con caché bajo. Con estos mimbres se montó un reportaje en el límite de lo permitido, que fue rechazado por Antena 3 y, después de varios meses, emitido en Tele 5 con un apoyo suplementario: la participación de “Crónicas marcianas” para analizar y criticar el documental con la presencia de Melchor Miralles y César Sicre por parte de “El Mundo TV” y de experimentados protagonistas del mundo rosa como José Sandoval, Coto Matamoros, el conde Lequio, Calabuig y Enrique del Pozo.

El gallinero de Sardá encontró la excusa idea en este repor-taje para organizar un cacareo de altura en el que llevaron la voz cantante dos personajes tan metidos en la maquinaria como Lequio y Matamoros. Gracias a Sardá el reportaje tuvo un eco bastante mayor que si se hubiera quedado el reportaje sin fanfarria escandalosa. Pero también demostró que el engranaje de la información rosa es tan potente que acaba pillando entre sus ruedas hasta los documentos más críticos. Sardá, como siempre supo nadar entre tirios y troyanos para que las cuentas de la audiencia le salieran redondas a Tele 5.

Entretanto, Máximo Pradera seguía hundiéndose en Antena 3 con su maldito y soso programa y “Tómbola” seguía sacándole el jugo a Antonio David en una noche de corazones “partíos”.

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