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Encarna Jiménez

Naufragios de verano

Sólo cabe, en el futuro, que la oferta se amplíe, porque las grandes cadenas andan con más miedo que vergüenza a la hora de ofrecer una parrilla chamuscada.

Los publicitarios estarán de enhorabuena. El consumo de televisión de los españoles ha aumentado cinco minutos en el último año, y ya estaba en 218 minutos por habitante, que es decir bastante. Sin embargo, la oferta está canina y más en verano. La prueba es que los críticos de guardia y los programas de refresco manifiestan un aburrimiento y una falta de iniciativa que no se puede ocultar.
 
En TVE, lo más destacado, quitando al “Frijolito” de la sobremesa, es el intento de dar seriedad y aire institucional a los telediarios con las corbatas de Lorenzo Milá y el afán por reconquistar un público que no acaba de encajar el estilo “casual wear” de los presentadores. Le ha ido mejor en la temporada pasada al Telediario del mediodía con un ligero retoque en el pelo a Ángeles Blanco que a Lorenzo, el gran fichaje que no ha convencido ni ha vencido a su amigo Matías Prats en Antena 3. Teniendo en cuenta las últimas encuestas del CIS en las que los ministros y ministras del Gobierno de Zapatero no alcanzan un nivel de popularidad acorde con la influencia de un medio poderoso, en las próximas semanas podríamos ver algunos movimientos para subsanar el déficit poniendo el acelerador gubernamental.
 
La recuperación de “Las cerezas” de Julia Otero ha dado la medida del escaso interés de su propuesta y, de los programas de entretenimiento, a duras penas mantienen clásicos como “Gran Prix” y se conforman con “Gente de Primera” y galas añejas desde “Marina D´Or”. Han anunciado el fichaje de “El loco de la colina” para otoño, pero es dudoso que frenen el desgaste de la última temporada.
 
Telecinco quiere seguir dando caña con “el tomate” y no le ha ido mal con “Operación Triunfo”, aunque a la vuelta de la esquina se va a encontrar con el agujero de Sardá que Buenafuente intentará ocupar como pueda desde Antena 3. El éxito del jefe de “El Terrat” se ha visto ensombrecido con la publicación diaria de sus guiones en El País, que han puesto en evidencia la pobreza de sus monólogos o la imposibilidad de trasponer las gracias en directo a la escritura.
 
Por si fuera poco, Paco León, que tanto nos ha hecho sonreír con sus parodias de Raquel Revuelta y Anne Igartiburu en el “Homo Zapping” de Antena 3, abandona el barco de “El Terrat” para dedicarse a otros menesteres de la interpretación.
 
El agotamiento de las ideas y hasta el bajón de los monstruos de los programas del corazón han sido la constante de un verano televisivo en el que se ha echado mano de Ángel Cristo, algunas comedias de importación, cuatro cantantes desgastados y bastantes refritos. Y, a pesar de todo eso, los telespectadores siguen acudiendo a la pequeña pantalla para matar las horas cada vez más. Sólo cabe, en el futuro, que la oferta se amplíe, porque las grandes cadenas andan con más miedo que vergüenza a la hora de ofrecer una parrilla chamuscada.

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