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Encarna Jiménez

Navarro y sus hermanos

La vuelta de la tercera edición de “Gran Hermano” a Tele 5, junto al rescate de pepe Navarro, es el gran acontecimiento de la primavera televisiva. Después de la apoteosis de “Operación Triunfo” y sus secuelas, entre las que se cuenta la versión infantil de “Lluvia de estrellas”, presentada por Bertín Osborne en Antena 3, y unas cuantas galas de los finalistas que aún colean, la puesta en marcha de la casa de Guadalix centra la atención de los mandamases de las cadenas de televisión.

Si “OT” hizo de toda España un paraíso del canto, en las vísperas de Semana Santa fue la operación de las misses la que llevó a transformar el paisaje audiovisual español en un clamor monotemático. Los cantantes le dieron mucha marcha a TVE y el reportaje de “El Mundo TV” facilitó a Antena 3 un despegue que se sustanció en un 22% de cuota de pantalla.

Tele 5, en una temporada con malos resultados, espera que “Gran Hermano” le haga cambiar la suerte, pero lo tiene difícil. Pepe Navarro lleva bastante tiempo en el dique seco y no sabemos cómo se las arreglará para darle marcha al concurso. En Tele 5 se lo montaban bien haciendo que Javier Sardá alimentara “GH” con la ayuda de sus colaboradores, pero ahora, ¿cómo se las arreglará para que dos estilos como el de Navarro y el de Sardá, tan diferentes, se unan y sintonicen?

La cadena ha metido en el mismo saco dos animales de distinto pelaje que, además, se han enfrentado a cara de perro en más de una ocasión. Como hemos podido comprobar con el asunto de las misses y “Operación Triunfo” el éxito de cualquier iniciativa radica en contagiar no sólo la programación de una cadena, sino invadir las otras. Ese es el gran reto de “GH” en su tercera edición. Si en los cien días que dura el concurso no crea un verdadero fenómeno podemos temernos lo peor: que Navarro vuelva a hacer de las suyas para atraer una audiencia que a Tele 5 le es esquiva.

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