Los “spots” publicitarios de los partidos políticos ya han comenzado a emitirse. Los especialistas en comunicación han enseñado el huevo de Colón que está destinado a mostrar los mensajes que los partidos y coaliciones quieren hacer llegar al futuro votante.
PP, PSOE e IU han desenfundado con tres anuncios en los que los respectivos líderes nacionales entran a pedir el voto para sus formaciones. Con poca diferencia en la duración, los del Partido Popular y Partido Socialista tienen bastantes similitudes. Ambos tienen buena factura y echan mano de los líderes para conseguir mayor tirón. Los dos utilizan el dibujo como elemento “personalizador”, entre las imágenes grabadas, aunque el del PP es más detallado, y ambos hacen un repaso por la seguridad, vivienda, escuelas, servicios de salud, igualdad de la mujer y cultura. El del PP resulta más juguetón, un poco más largo, con un aire más informal y hasta festivo. Parece que está bastante medido, pero tiene un pequeño defecto, la mujer que aparece preocupándose por la salud dibuja un corazón, lo que no deja de representar un lado tópico de la relación mujer-sentimiento que no encaja con una propuesta clara de igualdad. En esto, lo han resuelto mejor los publicistas contratados por el PSOE, que sacan a una mujer diciendo: “Voy a ser igual”.
Los niños salen con profusión, dando una imagen de porvenir idílico, y los líderes aparecen en proporción indirecta a la representación parlamentaria. Aznar interviene moviéndose entre un grupo de notables candidatos como Esperanza Aguirre, Gallardón, Rita Barberá, Francisco Camps o Jaume Matas, para recordarnos que es un equipo con experiencia y acostumbrado a tomar decisiones. Zapatero, por su parte, lanza una alocución en primer plano intentando movilizar el voto. Los eslogans del PSOE son “El poder de un voto” y “Socialistas ahora”, que pueden interpretarse como una pelea por captar al nuevo votante o al posible abstencionista, y la idea de que estamos ante un partido renovado. Hay referencias al “Prestige”, la inseguridad –discretamente, porque no hay que asustar– y a la cultura. Bibliotecas, artes plásticas y “movidas” varias. Los dos partidos intentan aparecer como promotores del bienestar público y liman asperezas, aunque el PP haga énfasis en el cumplimiento y el PSOE en la esperanza.
Por su parte, Izquierda Unida divide su “spot” entre el NO y el SI. En el espacio negativo la pantalla se llena de chapapote, se apropia de las manifestaciones en contra de la guerra de Irak y aparece Llamazares pidiendo la dimisión del José María Aznar. “Se acabó el tiempo de la derecha” es su lema y habla de inmoralidad, se lanza contra el Pran Hidrológico Nacional, para acabar proclamando que IU es “Tu izquierda”.
Los anuncios se mueven entre la casa y la calle. Del triunfo de las personas y las familias a la contestación callejera. De la bonanza de la clase media a la esperanza de volver a una izquierda que puede acabar llevando el grano al almacén del PSOE.
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