Javier González Ferrari, después de haber anunciado a la prensa la programación de otoño en RTVE, dedicó la consabida gala de tres horas en horario privilegiado a la presentación de sus “novedades” el domingo por la noche en la “La Primera”. Con independencia del grado de seguimiento que tuviera el programa por parte de la audiencia, hay que decir que no pudo ser más decepcionante para el que espera que se produzca a corto plazo un cambio de rumbo en el “ente”. En primer lugar, porque resulta irritante que una cadena que chupa tanto de nuestros impuestos por su supuesto servicio público no tenga otra manera de manifestar sus intenciones o publicitar sus productos que echando mano del recurso de promoción más manido: la gala multiuso. La alternancia de cantantes, en este caso Elton John, Rosario o Ana Belén, con el autobombo de empresa la hicieron insoportable para quien espera que haya alguien en esa casa, sobre todo entre los jefes, que piense en términos diferentes a las consejerías de Turismo de las Comunidades Autónomas o a los promotores de concursos de belleza en las cadenas privadas.
Si la forma de presentar la programación era más que tópica, los contenidos eran de pena. En informativos, Urdaci nos contó que tienen mucha plantilla y que seguirán informando sobre los acontecimientos políticos, como las elecciones gallegas. En cultura echaron mano de “La aventura del saber” para tapar el mínimo papel que hace RTVE en este campo. El fichaje de Inés Ballester para presentar un programa titulado “!Ay mi madre!” de corte amarillo, no resultó estimulante y la apuesta por la serie “Cuéntame”, protagonizada por Ana Duato e Imanol Arias, un recurso a la nostalgia y a los archivos de TVE en la estela de “Cine de barrio”.
TVE ya ha tenido su primer resbalón con la serie de Josema Yuste en la que fusila sin éxito a Ibáñez, el creador de “Mortadelo y Filemón” y al “Superagente 86” y, aunque siga por delante de Antena 3 y Tele 5 en audiencia, no hay manera de que justifique su alto costo con los resultados. En los tres campos de la programación: entretenimiento, ficción e informativos, no se anuncia nada que pueda llevarnos a pensar que en RTVE haya ninguna intención de cambiar un esquema de competencia desleal con las cadenas privadas ni de redefinición de lo que supone un servicio público.
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