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Enrique de Diego

Durban, justificación intelectual

Resulta impensable que en un atentado preparado con tanto tiempo como el de las Torres Gemelas y el Pentágono, la fecha haya sido elegida al azar. Hay indicios de que no se trataba de un hecho aislado. Dos días antes fue asesinado por dos falsos periodistas suicidas –dos sicarios de Bin Laden– el líder de la Alianza del Norte –grupo opuesto a los talibanes– Ahmed Shah Masud. Es decir, existe un plan coordinado, aunque los atentados en Norteamérica son de un exacerbado primitivismo; una especie de golpe de Estado clásico sin toma del poder. La más estricta y absurda irracionalidad.

Desconozco si el 11 de septiembre es una fecha simbólica dentro del integrismo islámico. Hago esa salvedad. No me parece relevante lo expresado por alguno de estos intelectuales que confunden a Bush con Bin Laden, cuando señalan que en tal fecha tuvo lugar el golpe de estado en Chile del dictador Pinochet contra Salvador Allende.

Bin Laden no es el pastor del desierto que aparenta, sino una escenificación, una mezcla de culturas, en cuya idiosincrasia y psicopatología no carecerá de importancia su calidad de ex alumno de Oxford. Pero, a pesar de ese transfondo occidental, supongo a los integristas perfectamente asépticos y despreocupados respecto a cualquier agresión a la democracia, incluida la chilena. Tampoco –con perdón por la ironía– creo que haya sido un intento por desmerecer la diada catalana.

La cronología es fundamental para entender la mentalidad terrorista, una de las formas más extremas de psicopatía. Y el único evento relevante que tuvo lugar en fechas inmediatamente anteriores al atentado contra el Gran Satán, contra el capitalismo norteamericano, fue la conferencia de Durban. Allí se expresaron ideas concomitantes con el integrismo, tanto en su condena de Israel como en su pretendido juicio histórico a Occidente. Las acciones terroristas –y nosotros tenemos experiencia– suelen ir precedidas de juicios morales que las justifican. Son la preparación moral o psicológica del asesinato, para que semeje una ejecución, un acto de justicia revolucionaria nihilista.

En mi opinión, ese es el sentido de Durban. Los esquemas del tercermundismo y la antiglobalización son la teoría coincidente con Bin Laden, y la excusa necesaria para el atentado. Es una certeza personal. Me parece una obviedad. No hay más que leer a los antiglobalizadores (Batasuna pide una entente con ellos) para ver que coinciden en los fines, aunque no en los medios.

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