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Enrique de Diego

El caso Aurelio Hernández

Es una mala copia de Enron a la española o a la valenciana. Una reedición de la "cultura del pelotazo", que no cesa. Es una depredación de los "ejecutivos" de los beneficios, con estafa a los accionistas. Y el auténtico fondo es en el que, al parecer, casi nadie, salvo Libertad Digital quiere entrar. Quizás baste un dato para despertar a los incautos ante tanto ruido mediático desenfocado: Francisco Pontes y Aurelio Hernández, los dos directivos expulsados de Aguas de Valencia, tienen un blindaje en sus contratos que suma mil quinientos millones de pesetas (en euros, estos estropicios parecen más pequeños). Es lo que quieren llevarse a casa. Unos días antes de ser despedidos hicieron ellos lo propio, en plan amigos, con el asesor de comunicación, Ignacio Santana. Le pagaron 108 millones de pesetas, que era su blindaje. Una cantidad nada despreciable para un asesor. Ignacio Santana es un hombre que fue próximo a Rita Barberá. Tiene fama de maquiavélico, y se le supone el inspirador de esta curiosa operación de ventilador, con la que se trata de hacer aquello de la película de Woody Allen: "Toma el dinero y corre". Para valorar estas cifras de vértigo hay que tener en cuenta que los beneficios de Aguas de Valencia en los mejores años ascienden a de mil millones.

El dossier que se ha hecho público, para desviar la atención de esta enronitis cutre (inflaron las cuentas un 28% para aumentar sus réditos por incentivos) parece que se peloteó entre varias redacciones hasta que llegó a la más enfadada del momento; pero lo contado, en muchos aspectos, lo que muestra es una tendencia obsesiva hacia el blindaje por parte de los dos despedidos. Tres días antes de que se les señalara la puerta, firmaron un contrato alucinante comprando por ciento cincuenta millones ejemplares al peso del diario Levante, del Grupo Moll. Pero es que lo mismo se había hecho con Las Provincias. ¿Están devolviendo estos diarios los favores recibidos? ¿Se han denunciado a sí mismos? ¿Han salido en defensa de tan generoso patrocinador? También había contratos sustanciosos con El Mundo y con El diario de Valencia. Casi nadie se ha quedado fuera de esta reedición de la parábola del mayordomo infiel. Los franceses han terminado diciendo que sus informes los hicieron por encargo de las personas que en sus despachos tenían cámaras ocultas y micrófonos direccionales. Esto se mueve mucho más en la órbita de Aurelio Hernández que en la de Eduardo Zaplana, cuyo nombre puede haber sido utilizado en vano, por lo que parece.

El caso ha servido para que se acabe la impunidad socialista en el mundo de los medios valencianos. Por ejemplo, ahora la opinión pública sabe que los diarios Levante e Información fueron privatizados con "créditos abusivos" de 498 y 450 millones de los del año 84, que son más de dos mil millones de pesetas de ahora. El empresario Moll no puso una sola peseta de su bolsillo en la compra. También se sabe ahora que el PSOE se privatizó para sí, directamente, con Joan Ignasi Pla de tesorero, el diario Mediterráneo de Castellón. Esto puede ir a los tribunales. Ojalá. Que los medios prosocialistas han recibido una catarata de créditos de las instituciones financieras valenciana y que quienes perpetraron tales desafueros siguen en la vida pública, como el portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Ximo Puig, o el factótum en las cajas, Martín Sevilla.

Mientras se apaga una ventolera en la que casi todos los medios han hecho frente común contra el PP, y a favor del PSOE, mientras se hace evidente que no hay ningún "imperio mediático" popular, Francisco Pontes y Aurelio Hernández esperan que Magistratura de Trabajo les permita cobrar sus abusivos blindajes. Ya cobraban sueldos anuales de 150 y 160 millones de pesetas, con estrategias tan chuscas como concederse una prima de 100 millones si Aguas de Valencia conseguía renovar el contrato con el Ayuntamiento, cuando era la única empresa que se presentaba al concurso. Así se las ponían a Felipe II o a algunos que ahora gozan del tercer grado, si se confirman todos los datos.

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