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Enrique de Diego

En crisis, por falta de renovación

Quienes piensan que el PSOE se ha renovado deberían darse una vuelta por la Comunidad Valenciana. Los aparatos se han enquistado, sin que Ferraz haya hecho nada para que entre aire fresco. Al margen de que el candidato, Joan Ignasi Pla, se ha convertido en uno de los mejores valores... del PP, el principal problema del PSOE –la incapacidad de mantener un discurso coherente en cada autonomía– se reproduce aquí a nivel local, como un conjunto de taifas, cuya única argamasa es el interés por volver al poder.

En que toca a lo que comúnmente se conoce como corrupción, tampoco hay una mejora sustancial. El PSOE de Alicante vive en el escándalo permanente. Ha sido denunciado ante la Fiscalía por su permanente confusión entre lo público y lo privado. La legislatura ha significado la salida de dos de ellos, la expulsión de un tercero y el ingreso en el grupo mixto de un cuarto. Las primarias, además, fueron ganadas –aunque siguen los rumores de escándalo en las votaciones– por el sector contrario al candidato, quien ahora pide un pacto interno.

Por si fuera poco, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana acaba de dar un auténtico varapalo al alcalde socialista de Elche, Diego Macià. Elche es la tercera ciudad en población de la autonomía y su alcalde, por tanto, el socialista que tiene un cargo público más relevante. El Tribunal Superior le acusa, sin matices, de estar al servicio de los especuladores, de haber realizado un convenio –que representó plusvalías para los privados de novecientos millones de pesetas, de las de entonces– que ha significado la destrucción del último huerto de palmeras, inserto en el casco urbano. Puesto en su día como ejemplo de especulación franquista por los socialistas, y que han terminado llenando de hormigón los socialistas. Arbitraria y contraria a los intereses generales califica el Tribunal la actuación del alcalde socialista, quien además se enfrenta a la oposición de buena parte de sus vecinos por el urbanismo salvaje con el que intenta acabar con las dunas de Arenales del Sol, uno de los pocos espacios ecológicamente presentables del litoral alicantino.

El empresario primado por la recalificación del huerto, denominado de Porta Morera, adquirió la empresa Cosistel, un pequeño imperio mediático que intentó montar el PSOE ilicitano. El alcalde, que llegó a ser presidente de la gestora socialista de la Comunidad Valenciana en tiempos de Joaquín Almunia, fue acusado de ser accionista encubierto de la citada empresa.

De todos estos comportamientos, parece que Zapatero no se entera o prefiere mirar para otro lado.

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