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Eva Miquel Subías

Iniciativas reales

El equipo de S. M. el Rey ha decidido embarcarse en el complejo y azaroso universo de Twitter.

Pues estaba una dándole vueltas a varios de los asuntos que tengo pendientes de comentar con ustedes cuando leo en esta santa casa que el equipo de S. M. el Rey ha decidido embarcarse en el complejo y azaroso universo de Twitter.

Así que rauda y veloz, me dispongo a abandonar de inmediato cualquier otra idea que pudiera rondarme en mi cabecita y decido centrarme en semejante novedad Real.

Les diré, de entrada, que la decisión me parece absolutamente acertada. Con los riesgos que entraña, por supuesto, pero qué sería de nosotros y de nuestras vidas sin un proceso de toma de decisiones con algo de riesgo. Aplaudo, pues, vigorosamente la iniciativa.

Hay diversas maneras de ver y enfocar nuestro día a día. Hay quien mira directamente a la cara, a los ojos. Hay quien se pone de perfil y hay quien siempre mira hacia otro lado. (Me abstendré de mencionar a los que dan la mano floja y sin mirar).

Me inclino siempre hacia los primeros. Así que, con los tiempos que corren, quien haya tomado la decisión de abrir cuenta en Twitter lo ha hecho con coraje. Así. Tal cual.

El inicio no ha podido ser más prometedor. A las pocas horas, ya sumaban unos miles de seguidores, han dado la bienvenida en las cuatro lenguas oficiales del Estado y en inglés, y una de las primeras noticias ha sido colgar una foto con Artur Mas y Don Juan Carlos al hilo de la ya tradicional entrega de despachos a la promoción de la carrera judicial.

Cabe recordar que no había fotos de ambos desde otoño de 2012, con lo que suponemos que no es ninguna casualidad el inicio, precisamente hoy, de la puesta en marcha de la red social pajaril.

Es de suponer que al community manager de la Casa del Rey le abonarán un extra por plus de peligrosidad, porque la cantidad de trolls y graciosillos de turno, amparados muchos de ellos por el confortable y calentito manto del anonimato, se van a emplear a fondo. Ya lo sabrán a estas alturas, con lo que, razón de más para agradecer que nos hagan compañía en la red.

Y francamente, creo que es de justicia reconocer que, independientemente de las simpatías que cada uno profese hacia la institución monárquica, lanzarse a una red social en la que el nuevo comunismo ha encontrado un buen nido donde instalarse, es, cuanto menos, reseñable.

Pocas cuentas, exceptuando la de Su Santidad han despertado tanto interés. Y creo que en esta ocasión, la Casa del Rey ha decido mirar a la cara, directamente a los ojos. Y estrechar con fuerza la mano, como queriendo decir, veámonos los rostros, comentemos, y déjame que te cuente cómo es mi día a día.

Veremos cómo evolucionarán los tweets, veremos también si entran o no en alguna de las muchas polémicas que se suscitarán. Expectación, desde luego, no habrá faltado ni faltará.

Pero déjenme decirles que prefiero que cometan algún desliz cuando tenga que tocar, como cualquier institución en el mundo que se precie y sea mínimamente activa; y que prefiero que metan la pata en alguna ocasión y que nos lo aclaren a través de algún tweet colgando el oportuno comunicado de prensa, a que den la espalda al siglo XXI.

A estas horas de la tarde, por cierto, llevaban escritos 6 tweets y pasaban de los 21.000 followers. Poca broma.

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