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Eva Miquel Subías

La noticia es que sea noticia

Hace referencia el publicista Lluis Bassat a la buena marca que es España, aunque apunta también que podría llegar a ser extraordinaria. Lo comparto plenamente.

El problema de plantearse los propósitos y las buenas intenciones durante el mes de septiembre es que a estas alturas lo más que puedo hacer es renovar algunos proyectos o proceder a ciertos retoques y matices de los mismos.

Así lo hago desde hace cierto tiempo, entre otras razones porque es el mes en el que una servidora cumple años y las fechas pre-otoñales han coincidido en no pocas ocasiones con significativos cambios tanto en el ámbito personal como profesional, con lo que así lo decidí en su día y de momento lo he venido manteniendo.

Y como también he intentado defender la idea de no alterarme demasiado, he procurado buscar alguna noticia ligerita para combatir el inicio del gélido invierno, tarea que no resulta del todo fácil, no se vayan a creer.

Buceando en la red y tras sortear la crisis de Iberia con la ya acostumbrada invisibilidad permanente de la ministra de Fomento, las propuestas de refundación y moralización del capitalismo que plantea el Napoleónico Sarko o de las peticiones de ayuda por parte de la resentida industria pornográfica norteamericana debido a la supuesta inapetencia sexual de los estadounidenses, (aunque yo lo que creo es que se debe justamente al efecto contrario y por eso mismo no necesitan ningún tipo de estímulo externo), leo en e-notícies en un lugar destacado un titular que hace referencia a una serie de personajes catalanes que se sienten orgullosos de ser españoles. Sigo leyendo y descubro que se trata de un reportaje de la revista Elle sobre la imagen de España en el exterior y la percepción que de ésta tienen representantes nuestros en el terreno del deporte, la literatura, la gastronomía, la música o la medicina.

Como ya tengo la excusa ideal para adquirir otra publicación de este tipo que reconozco me distraen muchísimo, salgo flechada a ver a Paco el quiosquero y le pregunto si le suena el macro reportaje en la revista Elle con los comentarios de mis ilustres paisanos respecto a sus sentimientos como españoles. Paco me espeta sin inmutarse que mal vamos si eso es noticia, que de toda la vida los catalanes se han sentido orgullosos de ser españoles y no entiende que ese hecho se reseñe. Me apunta también que la culpa es de determinados políticos que actúan como algunos entrenadores cuando empiezan a precalentar el ambiente en según qué partidos y luego pasa lo que pasa en el estadio.

Como suele suceder, Paco me da en la frente y me deja con cara de pasmarote asintiendo cada una de sus cuerdas palabras.

La verdad es que no me sorprende leer los comentarios de Montserrat Caballé, Judit Mascó, Pau Gasol, Jordi Labanda, Martina Klein –cada día más espectacular y más lista, por cierto–, Dani Pedrosa, Gemma Mengual, Gisela Pulido o Verónica Blume. Y no me sorprende porque la sensatez es algo inherente a todas estas personas, como a la mayoría de los catalanes y cada uno con nuestros sentimientos más o menos intensos, particulares, más callados o más espontáneos. En fin, cada uno ama y siente a su manera y cada cual lo expresa de una forma u otra –e incluso hay quien no expresa aparentemente demasiado pero sabes lo que aguarda en el fondo haciéndole irresistible–, contribuyendo a que Cataluña y España se sientan orgullosas de haber caminado juntas y de aportar tanta riqueza la una a la otra y la otra a la una.

No quiero decir con ello que los catalanes que no se sienten españoles, aunque lo sean, pequen de insensatos. Ni muchísimo menos. Cada uno piensa y siente como quiere o como puede. Pero con lo que no estoy en absoluto de acuerdo es que sea noticia lo que hasta ahora ha venido siendo lo natural y mayoritario.

Hace referencia el publicista Lluis Bassat a la buena marca que es España, aunque apunta también que podría llegar a ser extraordinaria. Lo comparto plenamente. Creo además que se trata de una buenísima marca para un excelente producto, con unpackaging cada vez más atractivo y con extraordinarios embajadores, pero en ocasiones los conductos que más se obstruyen y oxidan son aquellos que permanecen durante años en la casa familiar, aquellos que hemos ido dejando por pensar que eran más sólidos y que de repente caemos en la cuenta de que tiene que llegar un fontanero y revisar bien la estructura, ya que el invierno viene frío y reventando cañerías.

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