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Eva Miquel Subías

Nosotras, que no somos como ellos

Las mujeres realizamos el 70% de las compras a nivel mundial, según datos de The Boston Consulting Group, lo que supone más de 8 billones de euros. Este porcentaje desciende en España hasta un 64% y aumenta, sin embargo, en los Estados Unidos hasta un 80%

Siempre he tenido especial curiosidad por saber los motivos de la mayoría de los hombres que conozco que les empujan a ser capaces de explorar barrios enteros de ciudades sin rumbo concreto antes que parar a alguien y preguntarle directamente por el objetivo exacto a localizar. Es como, no sé, si estuvieran participando full time en una especie de gymkana y perdieran puntos cada vez que tuvieran alguna duda y les penalizaran por preguntar.

Hace pocos días leí una interesante entrevista a Avivah Wittenberg, una canadiense afincada en París, consultora y autora de Womenomics que ha participado en Rethink-her, título que responde a la quinta edición del Foro Internacional Rethink the Basis of Communication, organizado por la Associació Empresarial de Publicitat y que este año se ha centrado en la relevancia de la mujer en la toma de decisiones referente a la compra y al consumo.

Además de explicarnos que el iPhone –al que ya me he entregado en cuerpo y alma de manera abierta– es un aparato de alta gama que habla "en mujer", porque su manejo es claramente intuitivo, de sencillo uso pero de prestaciones altísimas, combinado con el hecho de ser monísimo y atractivo, nos ha hecho saber que es el ego del varón el culpable de preferir dejarse engañar antes que formular cualquier cuestión al respecto de lo que sea.

Wittenberg enseña a las principales empresas a hablar en lo que ella denomina bilingüismo hombre-mujer, que consiste en expresarse en ambos lenguajes consiguiendo un equilibrio entre los dos géneros para aprovechar todas las oportunidades de crecimiento.

Buceando un poco por las web de estos foros, he podido saber que las mujeres realizamos el 70% de las compras a nivel mundial, según datos de The Boston Consulting Group, lo que supone más de 8 billones de euros. Este porcentaje desciende en España hasta un 64% y aumenta, sin embargo, en los Estados Unidos hasta un 80%. Está claro que lo que empieza a ser más rentable es feminizar el mercado ya que las mujeres configuran hoy una oportunidad comercial fundamental.

Asimismo, somos las mujeres mucho más fieles a una marca y la recomendamos si estamos satisfechas a un mayor número de contactos. Sin embargo, casi un 91% de estas mujeres no se sienten ni comprendidas ni representadas por estas marcas. Y no he podido averiguar qué porcentaje de mujeres se siente representada por nuestros políticos. Me temo que eso es ahora harina de otro costal.

Más de una querida amiga se estará preguntando por qué tanto empeño en implantar códigos femeninos en empresas y sin embargo se complica tanto en ocasiones el día a día gracias a la falta de algunos descodificadores que serían de lo más útiles sobre todo en los tiempos que corren. Aunque por otro lado, una servidora cree que lo más interesante sigue estando en esos códigos, la parte menos previsible de los previsibles hombres que nos rodean.

Hoy, por motivos personales que no vienen demasiado a cuento, quería dedicar esta columna a Ellas, a esas mujeres que son el motor de la actividad cotidiana, a las que vertebran la sociedad y los hogares, a las que consiguen hacer auténticos números dignos de Cirque du Soleil para poder conciliar el trabajo, sus inquietudes intelectuales, sus ambiciones y motivaciones más íntimas con la familia. Pero lo quiero hacer desde la naturalidad y bien alejada de arquetipos y radicalismos, desde la enriquecedora diferencia, porque en ella reside parte del atractivo de esta vida nuestra.

Y a las que además tienen tiempo de estar ahí, siempre, en todas las épocas y circunstancias, estando en éste u otro trabajo. A vosotras, chicas, gracias. Y ahora, si me permiten, voy a Barcelona para decir aquello de "sí, quiero", a alguien que pacientemente asume y disfruta de todas esas diferencias. Vuelvo enseguida.

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