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ECONOMÍA

América Latina, en el espejo retrovisor

En la ruta que conduce al progreso, Estados Unidos y los países de Europa y Asia miran a América Latina por el espejo retrovisor (Latin America in the rearview mirror), según un estudio de cuatro economistas de UCLA, el Banco de la República de Colombia y el Federal Reserve Bank of Minneapolis (Cole, Ohanian, Riascos y Schmitz). Los inmigrantes europeos transformaron las regiones que luego serían Canadá, EEUU, Australia y Nueva Zelanda, pero no sucedió lo mismo en América Latina, donde el promedio de ingresos es apenas un 22% del de EEUU, mientras que en el resto de las naciones occidentales se alcanza el 69%.

En la ruta que conduce al progreso, Estados Unidos y los países de Europa y Asia miran a América Latina por el espejo retrovisor (Latin America in the rearview mirror), según un estudio de cuatro economistas de UCLA, el Banco de la República de Colombia y el Federal Reserve Bank of Minneapolis (Cole, Ohanian, Riascos y Schmitz). Los inmigrantes europeos transformaron las regiones que luego serían Canadá, EEUU, Australia y Nueva Zelanda, pero no sucedió lo mismo en América Latina, donde el promedio de ingresos es apenas un 22% del de EEUU, mientras que en el resto de las naciones occidentales se alcanza el 69%.
Los autores comparan la evolución del ingreso promedio en América Latina y en un conjunto de países europeos que tenían un ingreso similar hace 50 años y muestran que, en el caso europeo, el ingreso creció del 40% al 67% del ingreso en EEUU, mientras que el de América Latina cayó del 28% al 22%. En el caso de los países del este de Asia, también entre 1950 y 2000, el ingreso creció del 16% al 57%.
 
Algunos sostienen que la caída latinoamericana se produce a partir de la crisis de la deuda en 1980, pero el estudio señala que la situación es similar tanto antes como después de la misma. El producto per cápita equivalía al 28% del nivel de EEUU en 1950 y al 30% en 2000, mientras que Europa pasó del 40 al 70% y Asia se disparó del 16 al 46%.
 
Incluso el estancamiento latinoamericano ha sido más prolongado. El ingreso en 1900 era un 29% del estadounidense, similar al de 1950 y 2001. La historia más dramática es la de Argentina, que en 1900 tenía un ingreso equivalente al 67% del estadounidense, al 52% en 1950, al 44% en 1980 y al 29% en 2001. Chile también cayó en cien años, del 48 al 40%, pero se recuperó a finales del siglo XX. Y más repentina fue la caída del bienestar en Venezuela, donde el ingreso se había disparado del 20 al 78% para finales de los años 50, pero para 2001 había caído al 30%.
 
LIBRE COMERCIO PARA UN MUNDO MEJOR, dice este cartel.¿Cuáles son las razones de ese estancamiento latinoamericano? Para los autores, se trata de la existencia de barreras internas y externas a la competencia. Entre las externas apuntan a las impuestas a las importaciones, que aumentaron mucho en la primera mitad del siglo XX.
 
Luego bajaron en Europa, pero no en América Latina. Por ejemplo, en 1960 el promedio de las tasas arancelarias era del 138% en Argentina, del 172% en Brasil, del 134% en Chile, del 92% en Colombia, del 68% en México y del 11% en Europa. Los aranceles eran altos para bienes de consumo (Argentina: 176%, Brasil: 260%, Chile: 328%, Colombia: 247%, México: 114%), y también para bienes de capital (Argentina: 98%, Brasil: 85%, Chile: 45%).
 
En cuanto a las barreras internas, señalan que los costos de iniciar un negocio en América Latina equivalen al 80% del PIB per cápita, cifra que se compara con el 1,7% de Estados Unidos. Esto significa que en América Latina a un ciudadano promedio le cuesta el equivalente a sus ingresos de 9,6 meses registrar una empresa, mientras que a un estadounidense le cuesta el de apenas 6 días. Esto explica el crecimiento de la economía informal en América Latina.
 
La participación de bancos estatales es del 47% en América Latina y de cero en EEUU. En EEUU, las leyes laborales flexibles significan que la indemnización por despido es cero, mientras que en América Latina cuesta un promedio de 2,7 meses de sueldo, en Europa 1,5 meses y en Asia 1,1. Donde es costoso despedir las empresas no contratan nuevo personal.
 
Finalmente, los autores muestran algunos casos en los que la productividad mejoró en la región por las privatizaciones y desregulaciones, lo cual indica que sí es posible aumentar la competencia y la eficiencia económica en América Latina. Posible sí, pero nada fácil, dada la ideología predominante entre nuestros políticos y gobernantes.
 
 
© AIPE
 
Martín Krause, rector de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas –ESEADE– (Argentina).
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