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COLOMBIA Y VENEZUELA

Tirar la piedra... y no esconder la mano

Las explosivas declaraciones de Walid Makled al veterano periodista de investigación Casto Ocando, publicadas en El Nacional, son sólo el más reciente dardo lanzado al gobierno bolivariano con la poca disimulada aquiescencia del presidente Santos.

	Las explosivas declaraciones de Walid Makled al veterano periodista de investigación Casto Ocando, publicadas en El Nacional, son sólo el más reciente dardo lanzado al gobierno bolivariano con la poca disimulada aquiescencia del presidente Santos.

Las circunstancias no pueden ser más desfavorables para Caracas. Los ordenadores y memorias USB intervenidos al Mono Jojoy podrían deparar nuevas revelaciones comprometedoras, a lo que hay que unir las declaraciones, en España, de los etarras Javier ATristain y Juan Carlos Besance, en el sentido de que recibieron entrenamiento en Venezuela bajo la coordinación del también etarra Arturo Cubillas, nacionalizado venezolano, y las FARC. Y, claro, no hay que olvidar la derrota política cosechada por el chavismo el 26-S. 

Desde Bogotá, donde asistía al V Congreso Iberoamericano contra la Delincuencia Organizada, el Terrorismo y la Corrupción, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional de España, Javier Zaragoza, anunció que buscaba definir un "cauce ágil" para recibir pruebas de los vínculos entre esas dos organizaciones armadas ilegales.

Como si se tratara de un asunto ajeno al gobierno bolivariano, y haciendo caso omiso a las concesiones del presidente Chávez en Santa Marta, el ministro de Interior y Justicia de Colombia, Germán Vargas Lleras, afirmó: "Todo lo que tenga que ver con información que comprometa a ETA, y los vínculos de ésta con la guerrilla colombiana, se entregará a España. La cooperación será plena". Por su parte, el vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, dijo desde Bruselas: "Mantenemos nuestra voluntad y nuestra decisión de cooperar (...) toda la información que podamos encontrar en los PC del Mono Jojoy relativa a este tema [vínculos ETA-FARC] la vamos a entregar". Ninguna mención a Venezuela o al etarra venezolano Cubillas. ¿Hacía falta?     

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.Estrategia indirecta

Gracias a una hábil estrategia que aprovechó la coyuntura del cambio de gobierno, la diplomacia de Santos logró en Santa Marta, con maestría, convertir sus debilidades en fortalezas y las fortalezas del gobierno bolivariano en debilidades. El otrora Júpiter Tonante acudió a la cita haciendo de tripas corazón, condescendiente y humildemente envuelto en la bandera patria.

Desde entonces, los empresarios descendientes de "la oligarquía que se complotó para asesinar al Libertador" reciben los pagos de la deuda millonaria religiosamente, y algunos, con displicencia, se disponen a reanudar el intercambio comercial.

Entre tanto, la revolución vive uno de sus más calamitosos momentos. Es precisamente desde Colombia desde donde disparan de mampuesto: FARC-ETA, Cubillas, PC del Mono Jojoy, sin olvidar los torpedos de Walid Makled a la línea de flotación chavista... ¡desde una prisión cercana a Bogotá!

El presidente Santos no ha declarado nada sobre el tema. María Ángela Holguín tampoco. Está ocupada en entretener a Nicolás Maduro, quien, curiosamente, ajeno a esta duplicidad, no deja de reír las gracias de la simpática canciller en cada uno de sus encuentros. El último fue en Cúcuta, a fin de firmar el proyecto de un puente "para unir aún más a los dos países".

Así las cosas, gracias al voto del gobierno bolivariano en la ONU y a sus gestiones para lograr otros en el Caribe y África, Colombia logró el puesto rotatorio en el Consejo de Seguridad. El mismo que desesperadamente buscara el presidente Chávez en 2006... con la oposición de Colombia, que entonces favoreció a Guatemala.

Al tiempo que el presidente Chávez combate las presiones improvisando un viaje por cinco países, el presidente Santos, más satisfecho, comentó en una conferencia de prensa: "Muchos de ustedes me han preguntado y están curiosos por saber cómo van nuestras relaciones con los vecinos. Les digo lo siguiente: van muy bien".

¿Quién lo duda?

 

© Diario de América

ORLANDO OCHOA TERÁN, abogado.

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