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Federico Jiménez Losantos

Del globo-sonda a la pifia-sonda

Total, que Madrid, gracias a ZP, Bono y demás cuadrilla, cada día se parece más al París de Chirac. En nuestro caso, con un toque de faltonismo caribeño que Bono ha debido de aprender en Venezuela

Los gobiernos sin principios suelen gobernar a partir de las encuestas. En esto, se parecen mucho la Derecha y la Izquierda, el PP y el PSOE. La gran diferencia estriba en que el PP tenía en La Moncloa una serie de axiomas que no sometía a la consideración sociométrica de Arriola, el bautizado en Génova como "Doctor Bacterio". El déficit cero, por ejemplo, o la lucha antiterrorista. Pero como este PSOE menguado no cree en nada, excepto en que le gustaría ocupar la Santa Sede y repartir bulas y excomuniones con el dominical de El País, llevamos cinco meses instalados en la política del globo-sonda. Claro que el bajísimo intelectual y el desconcierto político del Ejecutivo zapateril ha convertido lo que en el PP era oportunismo barato en una cotidiana y onerosa catástrofe. Hemos pasado del globo-sonda a la pifia-sonda.
 
Y en esto de pifiarla, las de la cuota llevan la fama, la mala fama, pero otros cardan la lana. Los serios del Gobierno, como Solbes o Bono, están resultando casi tan disparatados como las chicas del Vogue. Los Presupuestos de Solbes son una caja de sorpresas, ninguna agradable. Y las últimas aventuras dialécticas de Bono en materia militar, internacional, civil y sacramental han dejado a la opinión pública con la boca abierta. Reconozco que, a diferencia de Acebes, yo no tengo claro después de haberlo atendido ayer en la COPE y escuchar sus explicaciones si Bono quería decir lo que dijo y fingió en su rectificación o al revés, fingió en Tele 5 y dijo la verdad en La Mañana. Lo único que queda claro, como siempre en este Gobierno, es que ha rectificado. Pero cuándo lo ha hecho ya no es posible asegurarlo. Yo no me jugaría un euro por una u otra opción. Qué digo un euro, ni un céntimo.
 
Reconozco que con ser grotesco lo de la posibilidad de volver a Irak por mandato de la ONU, que ya se ha producido dos veces y que el propio Gobierno de ZP ha suscrito, lo más lamentable de las iniciativas de Bono en el ámbito político-militar (dejemos piadosamente a un lado lo sacramental) es el numerito de echar a los norteamericanos del desfile de la Fiesta Nacional y homenajear a los franceses ¡por la participación española en la liberación de París! Si no fuera por los norteamericanos, Francia seguiría siendo un protectorado nazi, como con Pétain, o una granja soviética. Hasta que los americanos no les liquidaron a los alemanes y a los colaboracionistas, que fueron casi todos, no apareció la famosa "Resistencia" y aún así, echaron por delante en París a los españoles, como carne de cañón para los francotiradores. Los españoles del Ejército Rojo que no habían muerto en los campos de concentración de Argelés o tratado a puntapiés los senegaleses. Total, que Madrid, gracias a ZP, Bono y demás cuadrilla, cada día se parece más al París de Chirac. En nuestro caso, con un toque de faltonismo caribeño que Bono ha debido de aprender en Venezuela, con el Gorila Rojo, o sea, Hugo Chávez. Por sus alianzas los conoceréis. Y por sus pifias-sonda, naturalmente.

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