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Federico Jiménez Losantos

El Gobierno se niega a investigar ¿Y la oposición?

Está bien que Angel Acebes levante la cabeza y que Rajoy suspire aliviado por el balance de la primera semana de la Comisión del 11-M, pero hay tres datos que deberían inducirles a la reflexión e incluso a la penitencia presente y retrospectiva. El primero es la obscena parcialidad con que el Imperio de Polanco, el empresario de comunicación más favorecido por los Gobiernos del PP (más que ningún empresario del gremio en ningún momento de la Historia de España) está contando los trabajos de la comisión, crucificando a Acebes y al PP con datos objetivamente falsos o desvergonzadamente manipulados para mantener lo que, en el extranjero ha mantenido y sostenido con éxito: que el Gobierno del PP mintió a la opinión pública sobre la autoría de la masacre y por eso perdió las elecciones. Como no tenemos noticia de que Rajoy haya rectificado algún extremo de la nefasta política de comunicación de Aznar y Rato, es más, como no tenemos noticia de que tenga ninguna política de comunicación cabe concluir que aceptan las calumnias de Polanco como un hecho natural, al modo del granizo o la ventisca. Pues nada, que sigan así, que nos gustan mucho en la oposición.
 
El segundo dato es la calamitosa actuación de Jaime Ignacio del Burgo en la Comisión, puesto importantísimo para el que al parecer lo designó el propio Acebes, porque, en el mejor estilo de Aznar, “se fía de él”. Como el ex-presidente en materia de comunicación, que empezó fiándose de Antonio Asensio, siguió con Villalonga y así sucesivamente, Acebes y por tanto Rajoy se fían de quien no deben. Y esto lo decimos con todos los respetos para el diputado navarro por su admirable y heroica trayectoria, pero no está para estos trotes. Y Pujalte, por otros motivos, tampoco. Ahí hacían falta los primeros espadas y el PP ha mandado a venerables o futuras nulidades. Muy mal por parte de Rajoy, de Acebes y de Zaplana. Menos ruedas de prensa y más trabajar en las comisiones, que para ruedas de prensa requetedefinitivas hay tiempo todos los días.
 
El tercer dato es que resulta ya un hecho evidente, clamoroso y escandaloso que el Gobierno del PSOE no quiere investigar la masacre del 11-M y que se niega a seguir el rastro que está desde hace dos meses ante los ojos de todos: el de los confidentes de la policía y la Guardia Civil que acarrearon los explosivos para la masacre. Ahí ha estado pasablemente bien el PP, poniendo de manifiesto el carácter de aprendiz y de carné del que debería ser responsable de la investigación y que parece responsable de su liquidación. Pero no es suficiente. Rajoy y el propio Acebes deben empeñarse ahora en sacar adelante lo que el PSOE quiere dejar atrás. El último homenaje real que puede hacer a las víctimas el PP, que al fin y al cabo estaba en el Gobierno cuando las mataron, es que se investigue la conspiración que terminó en masacre y cambio de Gobierno. Lo del Gobierno tiene remedio democrático; lo de los muertos, no. Y como el Gobierno no quiere investigar, hay que preguntarse y preguntarle: ¿quiere la Oposición? Pues si quiere, que lo demuestre.
 

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