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Federico Jiménez Losantos

La alianza PP-Podemos augura una legislatura corta y mala

Mariano irá al Congreso en febrero y será entronizado como candidato eterno, disolverá las Cortes en mayo y nos obligará en junio a elegir entre su peste y el cólera podemita.

Mariano irá al Congreso en febrero y será entronizado como candidato eterno, disolverá las Cortes en mayo y nos obligará en junio a elegir entre su peste y el cólera podemita.
Mariano Rajoy y Pablo Iglesias | EFE

Lo malo no es que Rajoy no pueda gobernar de otro modo; es que no le da la gana. Y esta fea Investidura ha servido para demostrar en sólo dos días que sin Mariano no podía haber Gobierno, pero con él es imposible tener un Gobierno de España capaz de ser lo primero al servicio leal de la segunda. Si en el primer discurso leído estuvo aseado, en el debate, dueño ya de su discurso y de su payasesca gesticulación se entregó de lleno, con la sórdida colaboración de la Presidenta del Congreso, a lo que ya intentó en la anterior: investir a Iglesias como alternativa no sólo a su gobierno sino al régimen constitucional. Porque si la alternativa a Rajoy es Podemos, la alternativa es de sistema no de Gobierno. Y ese crimen de lesa patria y lesa libertad es lo que muchos se niegan a ver, aunque bien a la vista está.

La absoluta cerrazón marianil

Si en el debate quedó claro que Rajoy sigue apostando por machacar al PSOE y coleguear obscenamente con Podemos, ayer, poco antes de la votación, no perdió la ocasión de desquitarse de su obligada mansedumbre. Tras decir que, por supuesto, iba a dialogar, aclaró, muy campanudo, que eso no implicaba ceder en lo fundamental, que para él es, simplemente, no ceder. Muchos pensamos que Rajoy debería mantener la reforma laboral y plantar cara al separatismo ilegalizando a la ETA y cortando la financiación del separatismo catalán, pero en Rajoy la cerrazón lindante con el autismo no se refiere a nada concreto, porque en nada cree, sino en el simple hecho de tener que contar con alguien para gobernar. Él dejó claro que seguirá en lo mismo y con los mismos, incluso para no hacer nada, pero él y sólo él.

Con una escuálida mayoría de 137 escaños, esa apuesta por sí mismo contra todo y contra todos aseguraría una legislatura de medio año. Sólo una cosa lo impide: que la alternativa sea Podemos. Por eso sus televisiones seguirán al servicio del matonismo podemita y sus aliados, incluido 'Snchz'. Claro que eso coloca a España ante el abismo comunista-separatista, pero como es lo único que le garantiza el poder a Rajoy, el Gobierno del PP va a seguir apostando por Iglesias para destruir al PSOE y aislar a Ciudadanos.

Naturalmente, esta sórdida alianza de Rajoy e Iglesias podría facilitar la resurrección del PSOE y el crecimiento de Ciudadanos. Una mayoría de españoles quiere cambios dentro del campo constitucional y aborrece a los extremistas. Pero los partidos políticos llegan a la opinión pública a través de los medios de comunicación y el control de Soraya y 'Carmenfavó' de la inmensa mayoría es hoy tan apabullante que ni un PSOE decente ni C´s van a tener la menor oportunidad de llevar sus ideas de reforma a la ciudadanía.

Los periodistas, peores que los políticos

Yo estoy convencido -y en esta legislatura recién nacida vamos a tener ocasión de comprobarlo- de que el problema más grave entre los muchos que aquejan a España no son los partidos políticos sino los medios de comunicación, que legitiman y animan al Ejecutivo a atropellar a los demás poderes, del Judicial al Legislativo, y que han convertido lo que debería ser un valladar de la sociedad civil frente a los abusos de Poder político en un gallinero de aclamación del despotismo contra las libertades.

Generalizando un poco, pero sólo un poco, puede decirse que sólo hay un enemigo peor para la libertad que los políticos: los periodistas. Es verdad que los medios de comunicación están enfeudados económicamente de forma casi absoluta a los partidos y/o gobiernos estatales o regionales que los mantienen a flote (PRISA) o los hunden, a voluntad. Pero nunca los periodistas que escriben, hablan y televisean se han mostrado tan serviles y complacientes con el despotismo partidista. Y no sólo con el que ahora padecemos sino con el mucho más salvaje que Podemos quiere implantar.

Y nunca como en este debate de investidura se ha visto con claridad que la corrupción de los partidos sólo es superada por la idiocia y la malicia de los que deberían criticarla. Infame fue la actuación de la Presidenta del Congreso ante la matonería de Iglesias o Rufián, que han podido insultar de forma repugnante a diputados con nombre y apellidos y a partidos enteros sin que la Presidenta les privase del uso de la coz, que no palabra. Y es que esa protección del matonismo obedece al mismo guión graciosiño de Rajoy con Iglesias, respondiendo a las injurias al PP en plan Club de la Comedia.

Pero lo peor, a mi juicio, no es que Mariano empezara tolerando el insulto a los diputados del PP y terminara haciendo chistes con sus sms a Bárcenas, demostrando lo muy en serio que se toma la lucha contra la corrupción. Ni siquiera que Pastor desprotegiera el honor de la Cámara y de los que hace pocos meses se sentaban junto a ella en la bancada del PP. Lo peor es que la mayoría de los periodistas, algunos de ellos jóvenes, listos y con vocación de independencia, no se dieran cuenta de la gravedad del asunto y no abroncasen a Rajoy y a Ana Pastor por hacer chistes o permitir los rebuznos del Rufián o del Matón, aspirante a Gorila de todas las Españas.

Con Podemos no hay estabilidad posible

Por esta politización de los medios, en manos del PP y al servicio de Podemos; y por esa especie de graciosa banalización del mal que está imponiéndose en el periodismo español -la escuela es antiespañola: TV3- la fuerza del PP se mantendrá, pero la de Podemos no dejará de crecer. Y como una fuerza antisistema no puede nunca mantener el sistema y como un partido solo nunca puede ser un sistema político, si no es una dictadura, me temo que esta legislatura será mala y durará poco. Actualizando algo el refrán: Por San Juan a las urnas irás; y si no fueres, a Susana lo debes.

Naturalmente, si Susana Díaz y la parte mayoritaria del PSOE mandara al Grupo mixto a los que ayer rompieron la disciplina de voto y rompiera todos los pactos municipales y regionales con Podemos, forzando al PP a desalojarlos de sus televisiones, la fuerza de los matones podemitas desparecería. Pero como no espero de este PP decencia ni de este PSOE valor, creo que Mariano irá al Congreso en febrero y será entronizado como candidato eterno, disolverá las Cortes en mayo y nos obligará en junio a elegir entre su peste y el cólera podemita. Hasta que gane el cólera.

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