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Federico Jiménez Losantos

Polanko no le falla a Arzallus

Ni un día ha tardado Polanco en confirmar lo que ayer aventurábamos como probable: la sorda oposición disfrazada de matizado apoyo a la última iniciativa garzonita contra ETA y, sobre todo, de apoyo incondicional al partido de Arzallus, ese aliado político que se han encontrado en “las basuras de la Historia” González y Cebrián para vengarse de Aznar . Ni veinticuatro horas ha tardado en demostrar en “El País” que no tiene hoy el separatismo vasco, incluída su rama criminal, un aliado más poderoso y peligroso, sinuoso e implacable que el imperio mediático de Don Jesús y Don Janli, abogado de la liquidación del actual sistema constitucional a medias con González. El Dúo Rencores.

Por encima de cualquier apoyo ideológico sentimental o alquilado, sea en diarios nacionalistas sea en periódicos digitales, el proyecto político del PNV, que incluye la ruptura de España, la segregación y persecución de la mitad de los vascos, la anexión de Navarra y la agresión a Francia, estaría a punto de zozobrar si, tras el once de septiembre, los medios de comunicación españoles, empezando por los vascos no nacionalistas, pusieran de manifiesto ante la ciudadanía el disparate liberticida que representa Ibarreche y la imposible separación de su proyecto político separatista y el genocida de ETA. No sucede así porque el polanquismo, enfermedad senil del felipismo, ha creado el “Complejo Arzallus”, sutil pero eficaz amalgama de apoyos mediáticos al PNV para poner contra las cuerdas al Gobierno del PP, que sigue su línea marroquí: prefiere no enterarse de las bofetadas que le dan a España en sus bigotes.

La técnica usada por “El País” es, en esta ocasión, un modelo de astucia, vileza y manipulación. El título editorial es voluntariamente aséptico. Al lado de “Rato rompe las reglas”, dice sólo “Gestoras”. Luego, atribuye sólo a Garzón la tesis de que ETA no es sólo la porción de criminales que le dan al gatillo, que no entra a discutir. Pero dice que habrá que probar el delito “individualmente” y que hay gente sin juzgar hace tres años y en libertad provisional. Y, sobre todo, que en el convenio de Gante se acordó reforzar la lucha antiterrorista, PERO también el control judicial, la garantía de derechos, etcétera. Como si el acento hubiera estado en cuidar a los terroristas en vez de atacarlos.

Pero el “morceau de bravure” de este editorial donde el “Complejo Arzallus” manifiesta su característica doblez y sórdida eficacia no consiste en lo que dice sino en lo que omite. Sobre la frialdad falsamente aséptica del que informa a rastras sobre algo que le molesta, o sea, la operación contra ETA, “El País” silencia clamorosamente el dato que más afrenta, mancha y compromete al PNV y en concreto al Gobierno vasco: que el Ejecutivo nacionalista de Vitoria, con Ibarreche al frente, viene financiando a Gestoras a través de “Senideak” hasta la misma víspera de su desmantelamiento y que esta rama del “Complejo ETA” era la que señalaba a los pistoleros la gente que había que asesinar porque molestaba a los presos etarras. O sea, que la supuesta colaboración humanitaria del Gobierno Ibarreche con los terroristas y la amorosa subvención a las familias de éstos suponía un apoyo objetivo a uno de los afluentes del sangriento río que desemboca en el tiro en la nuca o en el secuestro de un funcionario de prisiones como Ortega Lara. ¿No era el momento de recordar a las víctimas de ese terror, de estos terroristas? No. Para Polanko ya nunca es el momento de atacar a ETA si molesta a su socio Arzallus. Y como le molesta siempre, no pierde ocasión de mostrar su fidelidad a ese pacto empresarial fundado en la manipulación informativa y la elusión de todo compromiso moral. Si el Gobierno se preocupara menos de los payasos y más del dueño del circo, a lo mejor cambiaba el espectáculo. Pero el Gobierno anda en Gescartera. Como Polanko.

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