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Federico Jiménez Losantos

Por qué el voto a Ciudadanos es el más útil contra Podemos

Sin Ciudadanos, es imposible formar un Gobierno constitucionalista que afronte los tres grandes retos españoles: separatismo, populismo y corrupción.

Sin Ciudadanos, es imposible formar un Gobierno constitucionalista que afronte los tres grandes retos españoles: separatismo, populismo y corrupción.
Albert Rivera | Cordon Press

Vaya por delante que entiendo que, entre los que creen en España y en la Libertad, haya quien piense que lo más útil para frenar la toma del Poder por Podemos y sus aliados –la ETA y los separatistas antiespañoles- es votar al PP, unos por Rajoy y otros a pesar de Rajoy, porque creen que el partido de Aznar puede revivir a los que hoy lo dirigen y sigue siendo un freno estructural contra el comunismo. Y también entiendo que el que vote siempre Izquierda y vea a Borrell propinándole a Junqueras, el tramposo y lerdo amigo de Margallo, toda la paliza dialéctica que un catalán español puede darle en TV3 a un separatista, o vea a Felipe González machacar a Podemos y defender a España del referendumismo y desguace podemitas, hoy vote al PSOE para frenar el sorpasso de los comunistas y separatistas.

Por entender, entiendo al que, por estética, vote a UPyD, para llevar la contraria y porque su programa electoral sigue siendo excelente y hasta al que vote esa parodia de Frank de la Jungla en que han convertido VOX. Yo también he votado a VOX cuando era el partido de Ortega Lara, no de Tarzán; a UPyD cuando Rosa Díez lo convirtió en la única referencia en las Cortes contra la corrupción política y la ruina de la Nación; y he votado al PP de Aznar muchos años hasta el Congreso de Valencia, cuyo prólogo fue el juicio de Gallardón contra mí que finalmente ha perdido en Estrasburgo la casta política liberticida y los jueces corrompidos uncidos por Rajoy. Al PP lo sigo votando en las municipales y regionales de Madrid, así que, por elemental respeto a mí mismo, debo respetar a quienes votan a otro partido nacional, para regenerar el presente o para ser regenerado en el futuro. Pero hoy, 26J, lo importante es explicar por qué el voto útil es el de Ciudadanos.

Ciudadanos es el salvavidas del PP

Sólo hay un partido dispuesto a pactar con el PP, el de Albert Rivera. Las cuatro comunidades autónomas y once ayuntamientos importantes que conserva el PP se las debe a Ciudadanos. El pago del cartel de la Moncloa a ese aliado que le permite conservar la fundamental Comunidad de Madrid es el infecto vídeo pidiéndole a Rivera el voto para Rajoy. Ojo: no para el PP, porque, pese a excepciones como Granada, ese voto ya lo tiene donde puede formar mayorías, sino para Rajoy. Ni siquiera Iglesias ha pedido a Sánchez que vote a Podemos. Que lo apoye en el Parlamento, sí, pero en las elecciones, no. Hay que despreciar mucho a los tres millones y medio de votantes de C´s para tratar tan zafiamente a un candidato que es su único aliado. Y ese video demuestra que Aznar tenía razón cuando criticó a Rajoy por creer que hay votos en propiedad y que otros partidos no tienen derecho a quitarte. Que cuando ya te los han quitado sigas tratando a los ex-votantes como a un rebaño con el hierro de tu ganadería, es, simplemente, vomitivo.

Pese a esas provocaciones, que sólo buscan salvar a Rajoy a costa de impedir cualquier alianza del PP para llegar al Gobierno, Rivera es el único que puede conseguir un acuerdo de Gobierno PP-C´s-PSOE para impedir el triunfo del Frente Popular Separatista y la cascada de referendos, una ruleta rusa para trocear España a cuyo lado el Brexit sería una partida de parchís. Con Ciudadanos, el PSOE puede pactar con un PP que no presidiera Rajoy. Con Ciudadanos, el PSOE podría apoyar con su abstención o participar con independientes a un Gobierno presidido por una popular como Ana Pastor.

Sin Ciudadanos, es imposible formar un Gobierno constitucionalista que afronte los tres grandes retos españoles: el separatismo, el populismo y la corrupción. Y como Rajoy ya ha dicho que no piensa siquiera intentar la investidura si no llevan a hombros a la Moncloa, al Rey sólo le deja dos salidas: encargar la formación de Gobierno a un candidato pactado por PP, PSOE y C´s o encargárselo a Podemos y su patulea, contando con una presión mediática brutal –las televisiones que el PP ha regalado a Podemos- para que el PSOE apoye de alguna forma ese Gobierno que es más que un Gobierno: un régimen nacido para liquidar la Libertad y destruir a España.

Ciudadanos aparta al PSOE del frente Popular

Aunque el PP sea necesario, es aritméticamente insuficiente y está políticamente incapacitado, con Rajoy al frente, para participar en una alianza que afronte en una legislatura corta la necesaria regeneración de las instituciones y cierre al paso al régimen guerracivilista de Podemos. Lo primero que debe hacer el nuevo Gobierno es limpiar las cloacas policiales y judiciales cuyo cieno ha rebosado el Ministerio del Interior e inundado el final de la campaña electoral. Sólo el Brexit nos ha ahorrado un mini 11M. Pero ¿puede limpiar los establos de Interior, el CNI, el CGPJ, el Constitucional, el Supremo, los TSJA y la Fiscalía General del Estado el partido de Rajoy, Sáenz de Sextamaría, Horrach, Fernández Díaz y sus villarejos?

No. El PP sólo puede afrontar la regeneración de las instituciones y de sí mismo mediante un proceso de cambio en el que sea parte, acaso la parte esencial, pero no la única ni la directora. La independencia judicial y una nueva Ley Electoral más democrática y menos favorable a los nacionalistas precisa una mayoría parlamentaria que sólo pueden sumar PP, PSOE y C´s. Esto no es opinable. Cabe rechazarlo o asumirlo pero no tiene alternativa. Y el único elemento capaz de acercar, si no soldar, a un PP y un PSOE hoy en las antípodas y que deben afrontar una renovación de líderes y programas es Ciudadanos.

El caso del PSOE es todavía más claro que el del PP. Si no fuera por el pacto de investidura con Ciudadanos, Sánchez se hubiera dejado llevar al Gobierno del Frente Popular, con él presidiendo, Iglesias gobernando y los separatistas, con la ETA al frente, decidiendo. Si la única opción es pactar con el PP de Rajoy, el PSOE deslizará fatalmente por el tobogán populista. Si la alternativa es un gobierno de unión constitucional y de regeneración democrática puede, digo puede, ser parte o dejar que se cree ese Gobierno.

Y el PSOE estará más cerca de esa alternativa según la fuerza que tenga Ciudadanos, del mismo modo que el PP romperá el cordón sanitario de la Izquierda y participará en la solución de los problemas nacionales si Rivera tiene un respaldo electoral sólido, que arrumbe las ensoñaciones de que el voto de C´s es propiedad particular del PP, sólo temporalmente arrendada a Rivera y saca de la Moncloa y de Génova 13 al cártel de Rajoy.

España tiene dentro un "multibrexit"

Por eso creo que el voto a Ciudadanos es el más útil –no digo el único: todos los votos a los partidos constitucionales serán útiles y necesarios- para evitar que Podemos llegue al Poder, lograr un Gobierno de unidad nacional, facilitar la renovación interna del PP y evitar que el PSOE se disgregue definitivamente como partido nacional en 17 calcos del PSC. No sé los votos que sacará, los que puede quitarle la estrategia del miedo y la polarización alentada por el PP y disfrutada por Podemos. Lo que sé es que no hay en España ningún otro partido que pueda cumplir la función que, por encima de su fuerza actual pero no de su ambición, debería desempeñar Rivera en una España dispuesta a evitar su multibrexit.

No es que España sea Europa, que siempre lo ha sido, sino que, para común desgracia, hoy Europa es España. La demagogia nacionalista, el populismo, la tentación de resolver con un plebiscito en un día problemas complejos que a veces llevan siglos arrastrándose, o que son tan nuevos que sólo la experiencia enseñará su tratamiento, es el pan nuestro de cada día en la política española. Si Gran Bretaña –sin entrar en las razones y sinrazones del caso- se ha lanzado al vacío del Brexit arrastrando consigo a la Unión Europea, España lleva muchos años asomada al barranco de su destrucción.

Aquí, Europa se llama España. Y en España hay que limpiar el Estado, sus cloacas, y asegurar que se cumplan las leyes, empezando por la Constitución. ¿Alguien cree que un partido que siga liderado por Rajoy va siquiera a intentarlo?

Evidentemente, no. Si yo creyera que otro partido puede luchar mejor contra la disgregación nacional y la corrupción del Estado, lo apoyaría, como apoyé al PP de Aznar o a la UPyD de Rosa Díez cuando Rajoy se cargó al PP. Como no veo otro instrumento para afrontar el reto podemita, votaré a Ciudadanos. No es lo ideal, es lo que hay. Es, tan sólo, un voto útil.

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