Aunque el servicio de estudios del BBVA patinó espectacularmente en su crítica a la propuesta de recaudación fiscal del PP -acaso por el sesgo solchaguista que se le atribuye-, sólo desde la prepotencia más incompetente o desde la incompetencia más prepotente puede hacerse la descalificación que ayer perpetraron Rato y Montoro, al alimón, del análisis sobre la viabilidad del proyecto fiscal del PSOE. Sólo desde la vanidad infatuada y la chulería vulgar puede hacerse una especie de sátira clasista -¡Rato predicando el rencor de clase, hace falta valor!- que ni refuta nada ni destruye la credibilidad del estudio. Simplemente acredita que le tienen mucha manía al señor del BBVA, manía quizás correspondida, y que Rato y Montoro son incapaces de discutir en serio la propuesta del PSOE, quizás porque debería habérseles ocurrido a ellos y a ellos ya no se les ocurre nada, salvo que hay que continuar en el Poder, como sea y durante el tiempo que puedan. ¿Programa? El de la Primera Cadena y gracias.
El proyecto del PSOE continúa el que era y creíamos que seguía siendo el proyecto fiscal del PP y va en la dirección de casi todos los países desarrollados: simplificación y rebaja del Impuesto sobre la Renta. Es más, precisamente el éxito del PP en su reducción de impuestos y aumento de la recaudación es el mejor argumento a favor del plan del PSOE. Si, en vez de satisfacer sus rencores particulares, Rato y Montoro aceptaran el debate , seguro que podían hacer una propuesta que mejorase la del PSOE y , además, con mayor credibilidad. Pero si los argumentos del Gobierno son simplemente la descalificación de la "gran banca", ¿qué diremos de Folgado, criatura de la Gran CEOE como Arriola? ¿Y de los viajes de Aznar en el avión de Botín en vísperas de llegar a la Moncloa? ¿Acaso era entonces pequeño el Santander?
Por la virulencia y agresividad exhibida por los ministros de Economía y Hacienda, diríase que un genuino representante del proletariado llamado Rodrigo Rato y un socialista de cátedra llamado Montoro se sienten agredidos por el liberalismo radical de la oposición. Pero se trata de una propuesta del PSOE en línea con las que Tony Blair hace en Gran Bretaña y que en estas elecciones le han valido el apoyo de la gran banca y del Financial Times. A lo mejor prefiere el PP que en las próximas elecciones le apoye Comisiones Obreras, porque desde los tiempos de Marcelino Camacho no oíamos semejante descalificación del "Gran Capital". Pues nada, que la Fundación Carolina prepare un homenaje nacional a Pablo Iglesias y que lo recaudado por Ana Botella con sus cuentos infantiles se dedique a un monumento a Anselmo Lorenzo. Después de la rehabilitación de las Brigadas Internacionales y del Maquis, ya sólo nos falta que el próximo Primero de Mayo, a título póstumo, le den la Medalla de Alfonso X "El Sabio" a Mateo Morral. ¡Viva la coherencia!
En Opinión
Servicios
- Radarbot
- Libro