En París, distrito por distrito, los estados mayores de los partidos sacaron sus calculadoras para barajar hipótesis sobre la futura composición del "Hotel de Ville", sede del Ayuntamiento. Todas ellas dan la victoria a la lista de fusión de la izquierda y Verdes, encabezada por el socialista Bertrand Delanoe, aunque, según quien haga las proyecciones, el triunfo resulta más o menos holgado.
El candidato oficial de la derecha (el neogaullista RPR y los centroliberales UDF y DL), Philippe Séguin, está convencido de que aún puede ganar y advierte a Delanoe que "aún no hinche pecho". La retirada "in extremis" de las listas del alcalde saliente y díscolo neogaullista, Jean Tiberi, de los distritos "clave" XII, XIII y XIV les da oxigeno a los conservadores, pero nada garantiza a Séguin, en el caso de salvar los muebles, ser el próximo inquilino del majestuoso consistorio.
De hecho, Tiberi le ha dejado claro a última hora de la tarde que no tiene "ninguna intención" de retirarse de seis distritos más, de los veinte que tiene París, como le exigió esta mañana Séguin. En virtud de la legislación electoral francesa, una lista puede ser retirada hasta en el último momento.
Para conquistar París, Delanoe, que presume de poder ofrecer a los parisienses un acuerdo de fusión transparente con los Verdes y a modo de aviso para navegantes advierte que "la política no es un trueque", tendrá que mantener sus actuales 62 concejales y ganar 20 más para alcanzar la mayoría necesaria para ser elegido alcalde el próximo día 25, en lo que se conoce como la "tercera vuelta".