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Es muy injusto para con los socialistas que se les acuse de no tener criterio en los asuntos de fondo: Plan Hídrico, Ley de extranjería, relaciones con los nacionalistas, Educación, Economía... En realidad si algo le sobra al PSOE es criterio sobre todos estos asuntos, porque hay ocasiones en que exhibe dos criterios radicalmente opuestos y otras veces tres o cuatro totalmente distintos. ¿Será por criterios? Lo que no han podido alcanzar es un criterio único, pero es que, claro, no se puede tener todo. Ya dijo una vez uno de los hermanos Solana que la perfección es fascista y, de momento, eso es lo único que no está dispuesto a ser el PSOE.

Pero hay algunas representaciones de su desconcierto que resultan hirientes para la ética y para la estética. Que en Cataluña el social-nacionalista Maragall pretenda enmendar la Ley de Extranjería cuando es incapaz de criticar siquiera un poquito el racismo xenófobo de Convergencia y Esquerra resulta sarcástico, aunque dentro del federalismo asimétrico todo desorden parece lógico. Ahora bien, que en el país Vasco el PSE-PSOE facilite con su abstención que prospere una propuesta del bloque racista y xenófobo de Estella contra la Ley de Extranjería de Mayor Oreja es una charranada siniestra, que no sirve de nada al PSOE a nivel nacional y que maldito lo que le servirá al PSE-PSOE para ganar credibilidad en el País Vasco.

Que donde se asesina a los que aún naciendo en el País Vasco no son considerados de la tribu nacionalista, que donde se persigue hasta la muerte a los que no comparten el credo siniestro de Sabino Arana, que donde el racismo se enseña en las escuelas y el crimen es un rito adolescente se recurra por parte de los propios racistas totalitarios de Estella una Ley de Extranjería moderadísima como es la del PP y que ante eso el partido de Redondo Terreros no encuentre otra fórmula que la abstención es tan deprimente como significativo. Significa que el PSOE no es, sigue sin ser un partido fiable. Porque criterio no tendrá, pero criterios, todos.

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