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UNA AVENTURA AQUÍ AL LADO

En bici por la Cañada Soriana Oriental

El silencio y la soledad son dos características de estos caminos, que no dejan de sobrecoger a quienes no estamos acostumbrados a ellos. Apenas si nos cruzamos con algún agricultor en su tractor con marcas de óxido y con algún que otro paseante, que nos mira con la sorpresa de quien ya no espera encontrar compañía.

El silencio y la soledad son dos características de estos caminos, que no dejan de sobrecoger a quienes no estamos acostumbrados a ellos. Apenas si nos cruzamos con algún agricultor en su tractor con marcas de óxido y con algún que otro paseante, que nos mira con la sorpresa de quien ya no espera encontrar compañía.
Las cañadas siguen siendo una buena opción para el turismo alternativo. Unas verdaderas autopistas naturales que nos permiten recorrer espacios naturales de un modo diferente. Los pastores todavía las recorren, algunos de un modo simbólico, otros para revindicar sus derechos frente a los excesos de constructoras y numerosas obras ilegales. Las cañadas son de todos, y por eso debemos mantener su uso y su significado.
 
Por eso nos disponemos a conocer la Soriana Oriental. Un recorrido por la Castilla más rancia. Desde San Pedro de Manrique, en Soria, hasta Pastrana, en la provincia de Guadalajara. Si nuestra condición física no lo permite, no es necesaria hacerla entera. Una aventura barata, cerca de nuestra casa y con numerosos atractivos naturales e históricos. El límite lo ponemos nosotros.
 
En San Pedro los vecinos nos miran con cierto escepticismo: algunos ven realmente inútil recorrer tierras difíciles y casi olvidadas, especialmente si para recorrerlas hay que hacer demasiado esfuerzo. En el bar del pueblo, y mientras tomamos algo caliente para lanzarnos al camino, nos encontramos con algunos de los sabios y madrugadores viejos que nos animan. Terminan discutiendo entre ellos, que si lo mejor es que vayamos por el Tera, o por Magaña, que ya no hay nada que ver, que si en la guerra… que cuando ellos eran pastores…
 
Los ciclistas ya habíamos elegido el camino. Poco después nos despedimos y comenzamos a pedalear. Nuestro primer reto es acercarnos a Oncala y atrevernos con el puerto. La primera prueba para los músculos urbanitas, que verán recompensado su esfuerzo con terrenos más planos y fáciles. La Cañada Soriana Oriental comienza en Tierra de Cameros, donde La Rioja, Burgos y Soria comparten territorio.
 
Pastrana. Al fondo, el convento de las franciscanas.Cuesta abajo las cosas se hacen más fáciles. Y consuela saber que nos hemos ahorrado superar 300 metros más de desnivel por no haber comenzado en el Puerto de Piqueras. 
 
Nos desviamos un poco de la cañada para retomar el ramal que baja por el curso del Tera. Aquí nos recibe Almarza, famosa en el siglo XIX por sus telares, tejedores de paños y lienzos. Nos cuenta una mujer que está dando su paseo matutino que la tradición ganadera está pasando a la historia, y que ahora lo que hay es una cooperativa que explota los recursos forestales y está llevando hacia otros derroteros la economía del pueblo.
 
El silencio y la soledad son dos características de estos caminos, que no dejan de sobrecoger a quienes no estamos acostumbrados a ellos. Apenas si nos cruzamos con algún agricultor en su tractor con marcas de óxido y con algún que otro paseante, que nos mira con la sorpresa de quien ya no espera encontrar compañía.
 
Tras el descanso de la primera jornada subimos por una pequeña cuesta que nos introduce en los Llanos de Chavaler, y más adelante pasamos "faldeando" el Cerro Castillejo, donde cuenta la historia que Escipión levantó su campamento durante el asedio a la ciudad de Numancia, en el mismo lugar donde estuvieron Marcelo y Pompeyo. Después del baño histórico pedaleamos sobre el Duero, cruzando por el bellísimo puente medieval de Garray.
 
Todavía queda un buen trecho para llegar a Sigüenza, donde daremos por finalizada la segunda jornada. Desde Soria el paisaje abierto nos llevará por Lubia y Variso, pueblos más pequeños donde la historia no ha pasado de largo y es posible encontrar reminiscencias medievales en casas, torres e iglesias. La cañada poco a poco va dejando atrás el paisaje sinuoso y abierto al que nos tiene acostumbrados y comienza a atravesar pinares que, a pesar de todo, no llenarán demasiados tramos del camino. Vemos aparecer la villa de Almazán, y nos encaminamos hacia ella cruzando el Duero por su puente medieval.
 
Medinaceli. Arco romano del siglo II.Pasamos de largo por una bella ermita de las típicas del Ducado de Medinaceli y cruzamos el viejo camino real, hasta dejar atrás las tierras de Medinaceli y entrar en Guadalajara. Entre encinas cruzamos el río Tajuña, y salvando un gran barranco vemos a lo lejos Olmeda del Estremo, donde no está de más visitar su iglesia románica y hacerse una idea de su importancia estratégica en otros tiempos. Pedaleamos entre bosques repoblados y pasamos por tierras de Brihuega, Castelmimbre, Henche y Membibre.
 
En Fuentelancina paramos a probar el agua de la bella fuente de los seis caños, rodeada de olmos centenarios. Su castillo es bello, y ni qué decir de las ermitas de la Soledad, La Paz, San Bartolomé y Santo Toribio.
 
En estas tierras de Guadalajara la cañada va perdiendo límites y se convierte en un camino amplio y fácil para nuestras piernas, ya acostumbradas al esfuerzo. Calculamos que antes de medio día llegaremos a Pastrana y daremos por finalizada la aventura de dos días. Llegamos a nuestra meta y nos tumbamos a repasar lo que hemos recorrido, que ya hace parte de nuestra memoria. Todavía nos queda tiempo de dar una vuelta por el pueblo y para tomarnos con calma el regreso.
 
Nos vamos, pero sabemos que todavía hay cañada para rato y que sólo es cuestión de cargar las bicis y poner rumbo al sur, hasta donde nos lleven las huellas de los pastores trashumantes.
 
 
Guía práctica
 
– Recorrido: 200 kilómetros.
– Dificultad: media.
– Época recomendada: todo el año menos en verano, cuando el calor llega a ser insoportable en algunas zonas.
– Oficina de Turismo de Soria: 975 21 20 52.
– Oficina de Turismo de Guadalajara: 949 21 16 26.
 
Dónde dormir
 
– Hotel Leonor. Paseo del Mirón, s/n, Soria. Teléfono: 975 220 250. Con bonitas vistas sobre el Duero y el Moncayo.
Jardín de la Alcarria. Sauco, 1, Brihuega. Teléfono: 949 280 071. Alojamiento rural, pequeño y con mucho encanto.
Hospedería Real de Pastrana. Carretera C-200, Pastrana-Zorita, kilómetro 1, Pastrana. Teléfono: 949 371 060. Antiguo convento con preciosas vistas.
 
Dónde comer
 
– Restaurante Antonio. Avenida de Soria, 13, Almazán. Teléfono: 975 300 711. Cocina casera de la mano de Antonio. Por ejemplo, somarro de cerdo, es decir, solomillo del noble marrano.
– Fogón del Salvador. Plaza del Salvador, 1, Soria. Teléfono: 975 230 194. Los asados de cordero son la especialidad.
– Restaurante Quiñoneros. Paseo de María Cristina, 10, Brihuega. Teléfono: 949 280 495. En temporada, setas, y los guisos de la zona.
 
Empresas de turismo activo
 
Receso. En Soria. Teléfono: 975 21 50 23.
Soria Aventura. Teléfono: 627 91 61 07.
Stop stress.

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