Menú
CRÓNICA NEGRA

¿Libertad para El monstruo de Machala?

El abogado de Gilberto Antonio Chamba Jaramillo, El monstruo de Machala, solicitó recientemente la libertad provisional de su defendido. Jaramillo es un individuo ecuatoriano que se ganó el sobrenombre por la violación y asesinato de ocho mujeres en su país. En el nuestro está acusado de haber raptado a María Isabel Bascuñana, una joven estudiante de Derecho cuyo cadáver fue encontrado en el maletero de su coche, aparcado en el barrio leridano de La Bordeta.

El abogado de Gilberto Antonio Chamba Jaramillo, El monstruo de Machala, solicitó recientemente la libertad provisional de su defendido. Jaramillo es un individuo ecuatoriano que se ganó el sobrenombre por la violación y asesinato de ocho mujeres en su país. En el nuestro está acusado de haber raptado a María Isabel Bascuñana, una joven estudiante de Derecho cuyo cadáver fue encontrado en el maletero de su coche, aparcado en el barrio leridano de La Bordeta.
Gilberto A. Chamba Jaramillo, el día en que fue detenido en Lérida.
El juez le ha denegado la libertad  porque considera que puede cometer otros crímenes, además de por el riesgo de fuga, puesto que la policía añadió a sus informes que había visitado tres agencias de viajes en las que solicitó urgentemente billetes para volar a Quito o Guayaquil. Al no encontrarlos adquirió dos para Venezuela, adonde pensaba desplazarse el mismo día, 1 de diciembre de 2004, en que fue capturado.
 
Por muy partidario acérrimo que se sea del derecho de defensa, como es mi caso, la  solicitud de libertad de un asesino del tipo de Jaramillo, que en Ecuador hizo la reconstrucción de las muertes de sus víctimas con toda precisión y nulo remordimiento, suena a sarcasmo.
 
Precisamente libre andaba cuando encontró la manera de trasladarse a España, tras cumplir una mínima parte de la condena, dado que se benefició allí de la ley "Dos por uno", que puede traducirse como "matas mucho y sólo pagas la mitad". Fue incluso muy hábil a la hora de lograr que borraran sus antecedentes, y resultó afortunado cuando en seguida encontró trabajo en un parking, junto a la Universidad a la que asistía María Isabel Bascuñana. La joven dejaba allí su coche porque no se fiaba del aparcamiento universitario, solitario y mal iluminado.
 
El monstruo trabajaba de vigilante, y dado que todo había sido tan fácil, según las pesquisas policiales, se fue envalentonando y se atrevía a iniciar requiebros a las propietarias de los coches que depositaban sus vehículos en aquel lugar de multicines. A veces incluso parece que les pedía, o conseguía, el número de sus teléfonos móviles con el pretexto de poderles avisar si les ocurría algo a sus coches. A algunas las llamaba  luego con insinuaciones.
 
María Isabel recibió acoso telefónico, que podría haberle hecho Jaramillo. Éste encontró mejor terreno para moverse en la Madre Patria que en su país natal, donde le endosaron tan benigna condena que parece España: 16 años por ocho muertes. ¡Qué barata está la vida de mujer en Ecuador! ¡Ni dos años por víctima, porque le bajaron el castigo a la mitad!
 
Chamba ingresó en España con este certificado de penales.Creía tener todas las de ganar haciéndose pasar por vigilante, cuando de quien había que defenderse era precisamente de él. El asunto es que, como en tantos otros casos, no saltaron las alarmas: Cataluña, azotada por un asesino en serie del que nadie sabía nada. Como buen depredador, tiene cara de no haber roto nunca un plato y se muestra amable y servicial con las jóvenes, incluso demasiado obsequioso. Sobre todo si se mira desde el lado de la seguridad, de lo seguro. Aunque conviene precisar: no es un vigilante, sino "un controlador", o lo que es lo mismo, alguien que no tiene la preparación de los profesionales de la seguridad. Sin embargo, la mayoría ignora la diferencia.
 
Además, Jaramillo era el monstruo agazapado en busca de su oportunidad. En Ecuador perseguía mujeres, las hacía ofrecimientos y se mostraba amable hasta el momento de enseñar las garras. En las reconstrucciones la policía le tendía trampas, variando la posición de los actores y el modo supuesto de la muerte, pero el criminal siempre les corregía; acertando, claro,
 
A pesar de los pesares y con una muestra de descaro sin límite, no se sabe si mediante precio, algunas familiares del monstruo salieron en televisión en su defensa, diciendo que la policía le había culpado sin pruebas y la justicia, castigado sin motivo. Pese a que es un asesino condenado por una justicia tan fina y tolerante que parece de Suecia, capaz de comprender las delicadas mimbres del alma humana bajo la presión de las circunstancias. Y de dejar en la calle al violador múltiple, convertido en el hombre lobo de Machala. Modelo del que debemos escapar a toda prisa.
 
En cambio, sí hay una duda  razonable sobre lo que pasará en el juicio sobre el asesinato que se le atribuye en Cataluña, porque últimamente estamos acostumbrados a ver cosas raras en los tribunales. ¿Mató Jaramillo a María Isabel Bascuñana? El modus operandi se asemeja a los asesinatos seriales de los que fue culpado en Ecuador y algunas pruebas, como las huellas encontradas junto al cadáver, son contundentes. La policía y el juez instructor entienden que se ha roto la presunción de inocencia; por eso está en prisión. De haber podido salir, ¿se habría quedado a la espera del juicio?
 
¿Contemplar la libertad provisional para El monstruo de Machala? ¡Vaya exquisiteces con un tipo que no colabora con la justicia, que oculta su pasado y al que indicios y pruebas señalan de forma inequívoca! La familia de la víctima se sentirá consternada, aunque no debemos olvidar que estamos en la tierra donde el dolor de las víctimas se suele valorar menos que la pena de los culpables.
0
comentarios