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TURISMO URBANO MODERNO

Mallorca está cambiando

Hoteles pequeños, delicada decoración y recuperación de zonas “oscuras” de la ciudad para un nuevo concepto de hostelería.

Hoteles pequeños, delicada decoración y recuperación de zonas “oscuras” de la ciudad para un nuevo concepto de hostelería.
Terraza del Palacio Hotel Ca Sa Calesa.
Frente a la oferta turística que tantos alemanes ha llevado hasta las Baleares, ha nacido una nueva forma de entender el periodo vacacional. Un periodo que ahora ocupa todo el año, no sólo el verano. Que sirve además para recuperar antiguos edificios y darles un nuevo sentido. Lo que se está empezando a conocer como nuevo turismo urbano. Hoteles pequeños, delicada decoración y recuperación de zonas “oscuras” de la ciudad para un nuevo concepto de hostelería. Todo muy moderno, sencillo y aparentemente “puro” para la gente más “in”.
 
El arte, la vanguardia y la modernidad frente a lo cotidiano. Así se puede escribir con el entusiasmo de ser un reciente descubridor de una serie de hoteles que han despertado el interés por Palma de Mallorca en invierno. Hacía años que no me abrigaba en el invierno mallorquín, porque “no sólo de playa y yates reales vive el señor”.
 
Hay varios detalles en común. En primer lugar, todos se ubican en edificios antiguos del casco viejo. Esto implica que están situados en pleno centro de Mallorca. En segundo lugar, han conseguido un impactante e innovador contraste entre la arquitectura de las edificaciones y la decoración. En tercer lugar, todos tienen los elementos más vanguardistas e innovadores. Sus propietarios, gente vinculada al diseño, y saben que la estética es un valor en alza.
 
Interior de una de las habitaciones del Puro Hotel.Empezaré hablando del Puro Hotel. Está situado en pleno casco antiguo y ubicado en un hermoso palacete del siglo XIV. Es, seguramente, el mejor ejemplo del nuevo turismo mallorquín. En él se ha conjugado perfectamente el antiguo palacio con un estilo de vida moderno. Sus interiores impactan. Es una decoración con elementos de todas las culturas, en donde predomina el blanco y el negro. Las luces no están puestas para iluminar nuestros pasos, sino para realzar cada uno de los rincones del edificio.
 
Los hoteles serán así en un futuro no muy lejano. Los techos, los muros y los suelos están diseñados al estilo oriental. Los objetos decorativos pertenecen a la cultura india y africana. Por si todo esto fuera poco, en recepción nos han advertido de que todos los materiales son naturales o están hechos a mano. Lo dudo; pero me da absolutamente igual.
 
Las habitaciones impactan a nuestra vista. La decoración es moderna y exquisita. Mi acompañante llega a calificar el entorno como de “ambiente chic”. Las lámparas tienen pantallas con pluma de oca, y los cojines están hechos en Rajasthan (India). Un estilo moderno y vanguardista que se confirma con la mayor sorpresa del hotel. La música está a la altura de las circunstancias para los adictos al Chill Out.
 
Como ven, todo un desafío para el turismo tradicional y los hoteles convencionales. Cuenta además con una biblioteca digital con miles de temas musicales y cientos de DVD. Podremos seleccionar cualquiera de las mezclas propias de chill out ibicenco que han creado para el hotel. Las elegiremos a través de la televisión interactiva de nuestra habitación.
 
El Opio bar-restaurante, las fiestas de DJ todos los fines de semana, la piscina de la azotea o la cocina, una mezcla entre mediterránea y asiática. Estos son algunos de los otros atractivos del Puro Hotel.
 
No es de extrañar que cada vez haya más demanda. Lo confirma la proliferación de otros hoteles, como por ejemplo el Convent de la Missió. De nuevo un edificio del siglo XVII, renovado por el interior para sorprender e impactar.
 
Salón del Hotel Convent de la Missió.Tiene todo lo que un alojamiento habitual debe incluir. Bar, restaurante, bodega, patio, solarium, baños de vapor, jacuzzi o sauna. Pero tiene ese toque que le diferencia de los demás y le hace especial y exclusivo. Es el caso de su propia galería de arte, situada en el antiguo refectorio del Convento. Se conoce como la Galería del Convent. Es un precioso espacio abovedado que alberga exposiciones puntuales de todo tipo de elementos. Fotos, cerámica, pintura... todo tiene cabida. Aunque hay una condición. Que haya una relación entre el espacio expositivo y los elementos que estarán a la vista del público. Una idea original que entretiene durante varios minutos a muchos clientes.
 
El Convent de la Missió está situado en el casco antiguo, a un paso de la lonja y de la zona de tiendas. En cuanto a la cocina, el Convent cuenta con el Restaurante Refectori en la planta baja. Como no podía ser de otra manera, es una cocina creativa. Hay mucho donde elegir, pero no sólo en el comer, sino también en el beber.
 
Continuando el recorrido por este nuevo estilo de alojamiento llegamos al Hotel San Lorenzo. Como no podía ser de otra manera, está situado en pleno centro de Palma. A pocos metros de la lonja, y a unos pasos de la conocida calle Jaime III.
 
Allí nos esperan siete dúplex con salón, chimenea y baño completo. Aunque de nuevo la decoración juega un papel fundamental. Vuelve a ser impactante el juego que se realiza con tan dispares elementos. Todos de primerísima calidad. La zona de aseo, por ejemplo, es casi por completo de mármol blanco.
 
Nos alojamos en una de las suites más lujosas, que cuenta, además de con chimenea, con una terraza propia. Aunque las dobles no están nada mal. El servicio ha tenido la amabilidad de mostrarnos una de estas habitaciones. Tienen acceso al jardín o balcones franceses que dan a la calle. El ambiente modernista queda completado con elementos menos modernos pero tan necesarios como el aire acondicionado, la calefacción central o la televisión con parabólica.
 
El Hotel Tres es otra buena recuperación arquitectónica. Una discreta puerta no dice mucho de la gran recuperación de este edificio. Una mezcla entre la luz balear y el diseño sueco de sus propietarios. Todo es irregular y luminoso. Tan global que asusta. Una sauna en la terraza para disfrutar de los atardeceres o un aperitivo para esa señora con quien vamos a cenar y ya llega veinte minutos tarde. La espera puede merecer la pena.
 
Piscina interior del Palacio Hotel Ca Sa Calesa.Y cierro mis halagos hacia este tipo de establecimientos con mi comentario sobre el Hotel Palacio Ca Sa Galesa. Está en funcionamiento desde hace muchos años. Nos aseguran que fue uno de los primeros en ofrecer el concepto de edificaciones antiguas con un ambiente innovador.
 
Son 3.000 metros cuadrados en las que se reparten 12 habitaciones, de las cuales siete son suites, y el resto dobles. Primera curiosidad: cada una de las suites está relacionada con un músico. Es por eso que están decoradas de forma diferente. En ninguna de ellas faltan antigüedades y pinturas. Y el resto del edificio no tiene nada que envidiar en lo que a decoración se refiere. La planta noble, el patio o cualquiera de los salones están compuestos por cristales del siglo XIX, relojes franceses de época imperial, suelos de madera de Puerto Rico o paredes de pino de Mallorca.
 
Un estilo culto y muy selecto, acompañado de una atención por parte de los empleados exquisita. Un sitio de ensueño con cosas que gustan tanto como la “Cocina Monet”. Decorada con tonos amarillos, aquí podemos servirnos té o café que han sido traídos directamente de la Casa Harrods.
 
Servicio de prensa personalizado, albornoces, limpieza de zapatos, almohadas especiales, plancha o tratamientos de belleza. Con todo esto se completa un hotel irrepetible. Cuenta con todo los servicios de un alojamiento de nivel. Pero además, añade ciertos toques en el diseño y en la decoración que le hacen inigualable.
 
Ha nacido una nueva forma de entender el turismo en Mallorca. Ahora que todavía no está masificado es el momento de aprovecharlo. Una vez más, se cumple la máxima “lo importante es el estilo, no el destino".
 
 
Puro Hotel
Monte Negro, 12.
Teléfono: 971 42 54 50.
Habitaciones: 26.
Precio: 175 euros.
 
Convent de la Missió
Calle de la Missió, 7.
Teléfono: 971 227 347.
Habitaciones: 10
Precio: 160 euros.
 
Hotel Tres
Calle Apuntadores, 3.
Teléfono: 971 717 333.
Habitaciones: 41.
Precio: 160 euros.
reservation@hoteltres.com
 
Palacio Ca Sa Galesa
Carrer de Miramar, 8.
Teléfono: 971 715 400.
Habitaciones: 12.
Precio: 230 euros.
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