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Francisco Capella

Socialismo chileno

El presidente de Chile, Ricardo Lagos, parece moderado y razonable, pero muestra con sus declaraciones que comparte los errores fundamentales del socialismo y, simplemente, los disfraza con la retórica política habitual. Según Lagos "Los países tienen que tener un mínimo de cohesión social para competir en este mundo global. ¿Qué es cohesión social? Quiere decir que si tengo flexibilidad laboral tiene que haber seguro de desempleo."

En realidad, la competitividad y la cohesión social de los estatistas son contradictorias. La competencia se basa en el respeto a la propiedad privada, en no poner límites coactivos a la empresarialidad y en incrementar constantemente la eficiencia de la acción humana. La cohesión social que tanto mencionan los gobernantes se basa en la redistribución de riqueza ajena, dinero obtenido mediante la confiscación arbitraria de propiedad privada. Las leyes estatales que presuntamente persiguen la cohesión social suponen más impuestos y regulaciones que reducen la competitividad de las empresas y el atractivo del país para las inversiones.

La flexibilidad laboral no implica en absoluto que sea necesario un seguro de desempleo, lo cual simplemente transfiere el problema de los empresarios a todos los contribuyentes, que son quienes lo pagan. En una sociedad auténticamente libre el problema del desempleo no existe. En tono paternalista y como si fuera personalmente responsable del bienestar de sus súbditos, Lagos afirma que "Mi desafío es ahora qué hago con esos desempleados. Es decir, qué políticas públicas aplico para introducir justicia social. No quiero una sociedad de mercado porque reproduce en la sociedad la desigualdad del mercado." No quiere una sociedad donde los individuos decidan libre, voluntaria y pacíficamente por sí mismos (en eso consiste el mercado), sino donde los políticos decidan por ellos y les impongan sus ideas por la fuerza. La presunta "justicia social", ese eslogan sin sentido que corean universalmente los socialistas, es en realidad injusticia antisocial.

"A lo mejor ser socialista hoy es garantizar que usted pueda llegar a ser Bill Gates porque tiene un sistema de educación que le permite desarrollar determinadas habilidades." En realidad, el socialismo es siempre la negación de la empresarialidad que representa Bill Gates. Es imposible garantizar (es decir, hacer necesaria) una posibilidad. Si se quiere incrementar las posibilidades de éxito de las personas, lo que debe hacerse es respetar la propiedad privada, especialmente en el ámbito educativo. La socialización de la educación es siempre desastrosa.

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