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Francisco Pérez Abellán

Prevenir la violación

Ha saltado la alarma de que hay un peligroso violador en la zona madrileña del hospital La Paz.

Ha saltado la alarma de que hay un peligroso violador en la zona madrileña del hospital La Paz, donde confluye el Madrid más moderno de las Cuatro Torres con el campus universitario. Lugar de espacios abiertos, solitarios y mal iluminados. Allí, un individuo entre los 27 y los 35 años, que utiliza un vehículo para desplazarse y al parecer esgrime una pistola, secuestra mujeres jóvenes, a las que retiene para abusar de ellas, a veces durante más de una hora. Se sabe de dos mujeres que fueron violadas y de una tercera que logró escapar.

¿Qué se puede hacer cuando un tipo tan peligroso perturba a los ciudadanos? Lo primero es dar la alarma, y no porque vaya a actuar de nuevo en esa zona, que ahora ya sabe peinada por la vigilancia, sino porque estar prevenido frente al abuso sexual es la forma más segura de librarse de los depredadores. Hay quien aconseja que se trate de distraer al violador, aunque sea un segundo, porque eso dará a la víctima una oportunidad para escapar. En mi opinión, sin embargo, es mucho más eficaz la prevención. Primero, hay que sentir una urgencia permanente para controlar cualquier brote de perturbación sexual. Los violadores no empiezan de un día para otro, sino que suelen delatarse con abusos, comportamientos irregulares y exhibicionismos.

Un violador de la edad de éste, pertrechado con vehículo y arma, aun en el supuesto de que se trate de una pistola simulada, significa que tiene una carrera violenta a sus espaldas. Quizá sea un reincidente ya detenido por prácticas parecidas, o incluso que haya cumplido condena. Para luchar contra la violación hay que estar concienciado de que siempre hay algún violador al acecho en cualquier parte, y más que jugársela tratando de despistar al monstruo, lo mejor es no dejar que llegue hasta ti. Lo mejor es estudiar el itinerario, caminar advertido e ir con el teléfono móvil preparado para pedir auxilio. Es muy útil volverte en redondo de repente y observar si alguien te sigue, a la vez que observar la precaución de hacer lo más breve posible el paso por lugares solitarios y oscuros. El violador es un frustrado sexual que pretende recuperar con la violencia su fantasía de comportarse como un macho dominador. Con él no valen razonamientos, simplemente es necesario evitarlo y atraparlo cuanto antes.

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